LA bronca que se ha montado en el PSOE por las listas electorales para el 23-J muestra una evidencia: piensan que van a perder. Los barones (sobre todo Emiliano García Page y Javier Lambán, pero también otros) están indignados porque Pedro Sánchez ha cambiado las listas para colocar a sus amiguitos y leales en los primeros puestos. Y eso se debe a que el aún presidente del Gobierno ya está pensando en lo que puede ocurrir después del 23 de julio. Sobre todo en dos cuestiones: una, que muchos cualificados socialistas se quedarán sin trabajo; y otra, que debe frenar a los barones socialistas que quieran liquidar el sanchismo.

LA gente inocente está diciendo que Pedro Sánchez recibió el domingo un voto de castigo. Es así, pero no exactamente así del todo. De momento, el mayor voto de castigo se lo ha dado Pedro Sánchez a los ciudadanos votantes, como represalia, fijando las elecciones el 23 de julio. ¡Anda ahí! ¿Dónde se ha visto eso? En Andalucía está prohibido votar en julio y en agosto para las elecciones autonómicas. Luego dirán que somos vagos. ¿Y las medidas contra el calor, por culpa del calentamiento global y la Agenda 2030? Dicen que los niños no pueden estar en los colegios a mediodía, si no hay aire acondicionado, pero los miembros de mesa y los votantes van a sudar de lo lindo.

HOY están convocados los ciudadanos empadronados en España para las elecciones municipales. En algunas comunidades autónomas (entre las que no están Cataluña, País Vasco y Galicia, las nacionalidades establecidas en la Constitución, ni Andalucía, que se ganó la autonomía tras un referéndum) también están convocados a elecciones regionales. Pero en ningún lugar de España se ha convocado a nadie para unas elecciones generales, ya que no tocan todavía. Eso conviene saberlo. Las elecciones municipales tienen su dinámica propia; y se ha repetido por activa y por pasiva que muchos ciudadanos votan diferente. No es lo mismo elegir a un alcalde que a un presidente del Gobierno.

LA polémica de la campaña por los candidatos de Bildu con pasado etarra no tiene nada que ver con los ayuntamientos andaluces y con otras autonomías, excepto el País Vasco. Eso es verdad. Y sería ilegal (además de antidemocrático) prohibir un partido político, aunque sea Bildu, como pide Ayuso. Pero está bien que haya surgido la polémica, porque ha servido para demostrar que la llamada memoria democrática es un invento interesado del PSOE sanchista (antes zapaterista) y la izquierda extrema para atribuirse una superioridad moral. Sin embargo, no hay memoria democrática en este país, sino memoria selectiva. Recuerdan lo que les interesa recordar. Y se olvidan de lo que les interesa olvidar.

TERMINO esta trilogía de artículos dominicales sobre la vivienda, recordando que el populismo del Gobierno del PSOE sanchista y Unidas Podemos, con sus colegas independentistas de ERC y los proetarras de Bildu, está en el camino de conseguir que el sueño de tener un piso propio sea cada vez más difícil de cumplir para los jóvenes. No construyen viviendas sociales, los alquileres están más caros que nunca, las hipotecas han subido a niveles de impagables y, como remate, conceden mayores ventajas a las okupaciones de pisos. Para colmo, cuando Pedro Sánchez, en plena campaña de promesas, anuncia que avalará el 20% de las hipotecas a jóvenes, los líderes de Podemos dicen que es “una infamia”. Es un Gobierno que destrozará el mercado inmobiliario en pocos años, si las urnas no lo remedian.