EN estos días, tras la dimisión de Fran González como concejal, se ha intensificado el debate sobre el hundimiento del PSOE en Cádiz. Quienes tenían guardados los cuchillos para cortar cabelleras los han enarbolado para buscar sangre política con Fran González. El resultado ha sido malo de solemnidad, sin paliativos ni excusas. Y con la desagradable consecuencia de perder el sillón del diputado provincial gaditano. No obstante, es falso que Fran sea el único culpable. Hoy, como continuación del artículo de ayer, quiero recordar algo esencial: este ha sido un fracaso más de los socialistas gaditanos. No es un cajonazo aislado.

LA dimisión de Fran González como concejal del Ayuntamiento de Cádiz es coherente. Después de lo ocurrido el pasado 26 de mayo, su presencia sólo serviría para importunar. No estaba en una situación políticamente correcta para seguir haciendo oposición a Kichi, ni mucho menos para apoyarlo durante los próximos cuatro años, sabiendo lo que sabe. Por consiguiente, estará mejor fuera que dentro del Ayuntamiento. No obstante, sus compañeros de militancia socialista en Cádiz, que tan favorables son a martirizar al líder local, harían bien en no disparar. Se ha retirado del grupo municipal. Pero no de la política, ni del PSOE.

EL nuevo hospital de Cádiz en Puntales parecerá viejo antes de ser construido. Tras el cambio de gobierno en la Junta de Andalucía, con la llegada del PP y Ciudadanos, había expectación. Al presentar los proyectos en la provincia, la delegada de la Junta, Ana Mestre, aclaró que no hay renuncia al proyecto del hospital, pero reconoció que lo han aplazado ante otras prioridades, entre las que citó el arreglo del contencioso con los hospitales de Pascual. La sanidad es la joya de la Junta de Andalucía, según decía Susana Díaz. Y la sanidad es un marrón de mucho cuidado, según ha descubierto Juanma Moreno al llegar al cargo. No se pueden solucionar en un año los problemas arrastrados durante más de tres décadas. Es normal que pidan paciencia. Pero olvidarse de ese hospital sería un error mayúsculo.

NO tiene sentido plantear un pacto contra Kichi después del resultado de las últimas elecciones municipales en Cádiz. Se puede recordar que no tiene la mayoría absoluta, un detalle importante. Pero su triunfo fue lo bastante amplio como para dejarle gobernar en solitario, en minoría mayoritaria. Decir lo del pacto contra Kichi se puede interpretar como un brindis al sol que hacía el PP, para quedar menos mal ante los indignados por el resultado. Es contraproducente para todos, incluso para la oposición. Serían acusados de hurtar el poder al alcalde que ha sido elegido por los gaditanos. Una conspiración de la casta facha y los sociatas vendidos a las multinacionales. En fin, absurdo.

LA exposición permanente de Juan Luis Vassallo Parodi podrá verse en la Casa de Iberoamérica. El alcalde, José María González (al que ya no hace falta llamar Kichi, para que la gente no se confunda en la papeleta), ha invitado a la inauguración en su nuevo emplazamiento. Como si fuera una novedad, cuando sólo cambia el lugar donde se exhibe, después del traslado forzoso desde el Centro Cultural Municipal Reina Sofía. No obstante, hasta la necesidad del trueque con la UCA se puede convertir en virtud. La reapertura de la colección, en su nueva ubicación, permitirá que la Casa de Iberoamérica acoja las exposiciones permanentes de dos grandes escultores contemporáneos: Juan Luis Vassallo y Cornelis Zitman.