EN el antiguo Hospital de las Cinco Llagas van a constituir hoy el nuevo Parlamento de Andalucía, formado por cinco grupos. Hay decisiones que cambian la vida. Si el Parlamento se hubiera quedado en San Hermenegildo (de donde fue trasladado en 1992), ahora el alcalde Espadas tendría un problema menos. Sin embargo, la decisión estaba adoptada desde los años 80, cuando la Diputación fue más lista y cedió las Cinco Llagas a la Junta. Y si el Parlamento hubiera seguido en San Hermenegildo, nadie se hubiera gastado la millonada que invirtieron en reconstruir las Cinco Llagas. Esto es como lo del estadio olímpico. Se hubieran necesitado dos Parlamentos para salvar las Cinco Llagas y San Hermenegildo. Pero las cosas son como son.

AUNQUE la fiesta de los Santos Inocentes se celebra el 28 de diciembre, este año la han anticipado. Parece que Herodes estaba con prisas, y mañana mismo, 27 de diciembre, van a elegir la Mesa del Parlamento de Andalucía. Poner la mesa es el primer paso para servir la vuelta de la tortilla. A eso me quería referir. Este año no hacen falta inocentadas, sino que las mejores nos vienen dadas por la  realidad. ¿O no es una inocentada que el PSOE pierda la presidencia de la Junta de Andalucía? Si se hubiera publicado hace un mes, en la campaña, no lo hubiera creído nadie.

UN Niño va a nacer, en una noche fría de diciembre. Todavía no sabemos que las luces extraordinarias en las calles ocultan el efecto luminoso de la verdadera luz del Mundo. No percibimos el brillo que llega de otro lugar, de otro tiempo, de otro mundo, en el que las cosas eran parecidas y a la vez diferentes. El 18 de diciembre fue el día de la Esperanza. Muchos se acercaron a besar las manos de la Virgen, por diversos rincones de Sevilla, sobre todo en la Macarena y en Triana. Vieron, cara a cara, a la Madre de Dios. Posiblemente, apreciaron ese brillo especial en sus ojos. ¿Pero encontraron la Luz que sanará las almas?

EN estos días todo el mundo aporta su opinión sobre el denominado estadio olímpico de Sevilla, oficialmente estadio de La Cartuja. Por lo común, para decir que fue un despilfarro y una estupidez, y que no ha servido para nada. A pesar de todo lo que se ha visto allí. Al cumplirse en 2019 los 20 años de su inauguración, vuelve a la actualidad. Como yo lo viví de cerca, aprovecho para apuntar que el estadio soporta tantas críticas por un sencillo motivo: es uno, pero no dos. Es decir, que para haber triunfado por todo lo alto, con Juegos Olímpicos o sin ellos, debieron construir dos estadios, para regalar uno al Betis y otro al Sevilla.

VIENDO lo que ha montado Pedro Sánchez con el Consejo de Ministros en Barcelona, se entiende que lo de Sevilla fue una tristeza. Aquí organizó un Consejillo. Para colmo, les llovió. Y se hicieron la foto de mala manera, resguardados en la parte menos bonita de la plaza de España. Las medidas que adoptaron fueron de ya te veré, ni fu ni fa. La gente, que es ocurrente, esperaba un plan de choque. Confiaban en que dijera: vamos a construir tres líneas del Metro, vamos a hacer los túneles de la SE-40, vamos a inaugurar un tren al aeropuerto mucho antes de lo que esperan, como en Málaga y en Jerez... Cosas así. Pero no coló. Le echaron las culpas a la precampaña. Nada de electoralismos, no podemos. Ayudas para las inundaciones. Y, para colmo, les llueve ese día, insisto. ¡Vaya gafe!