EN la iglesia de San Jorge, del Hospital de la Caridad, han aparecido grietas, con desprendimientos, que coinciden con las obras en las Atarazanas. Han caído cascotes, algunos de regular tamaño, y han colocado redes preventivas. En Sevilla no se sabe qué pasa con las obras, pero es frecuente que cuando se arregla algo se estropee otra cosa. Las alarmas están encendidas. La iglesia de San Jorge, del Hospital de la Santa Caridad, no es un edificio más, al que le salen grietas y humedades, sino que se trata de una joya del barroco sevillano, uno de los templos de mayor interés histórico y artístico de la ciudad.

LA peatonalización del casco antiguo de Sevilla es objeto de polémica desde el siglo pasado. No voy a insistir en los escándalos que montaron con las restricciones del tráfico en la Avenida, la plaza Nueva y la calle Tetuán. Los más viejos del lugar (e incluso algunos jóvenes no tan jóvenes) recordarán que la Plaza Nueva era como una estación de autobuses de Tussam, que pasó a la historia, aunque ahora aparca allí el tranvía del Metrocentro. Sin embargo, a pesar de los pesares, y de todos los planes, hay calles insoportables, que resisten la batalla contra el tráfico en el centro y que son un insulto contra el peatón: por ejemplo, las calles Águilas, Muñoz y Pabón y San José. La entrada del tráfico desde la Puerta de Carmona y la salida a la Puerta de la Carne son caóticas.

ERAMOS pocos y parió la abuela de la Junta. Ahora están hablando otra vez del AVE directo entre Sevilla y Málaga. Como en los tiempos de Manolo Chaves y Magdalena Álvarez. No lo dudo, sería maravilloso para Andalucía, y aligeraría los viajes de Juanma Moreno. Pero conviene que primero respeten a Sevilla en el AVE de Madrid. El AVE no respeta ni a los que iban a Fitur. Fue una desconsideración intolerable. A Fitur viajaron nuestras primeras autoridades: el presidente de la Junta, Juanma Moreno; el alcalde, Antonio Muñoz; el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos... Pues el AVE se estropeó ese día. Y no fue el único día. Siempre habrá una catenaria en Toledo para echarle las culpas. Y al frío, que es muy malo.

EL barómetro del CENTRA no ha descubierto nada nuevo, al señalar que las elecciones municipales de Sevilla estarán muy disputadas entre el PSOE y el PP. La Fundación CENTRA depende de la Consejería de Presidencia de la Junta, cuyo titular es Antonio Sanz. En el Patronato del Centro de Estudios Andaluces no todos son del PP. Están, entre otros, el escritor José Calvo Poyatos; el vicepresidente de la Fundación Blas Infante, Javier Delmás; y el ex presidente de la Junta, José Rodríguez de la Borbolla. Por supuesto, ninguno participa en la elaboración de las encuestas, ni tiene nada que ver con los resultados. Al CENTRA se le critica menos que al CIS, que depende del Gobierno de Pedro Sánchez, porque ha acertado más en los últimos tiempos y porque sus datos son creíbles.

EN la partida por la Alcaldía, Antonio Muñoz se ha sacado un as de la manga: la Ley de Capitalidad para Sevilla. Digamos que puede ser una forma de contrarrestar la mala compañía de Pedro Sánchez. El alcalde socialista ha recurrido a una propuesta que defendió el PP (y singularmente el ex alcalde Juan Ignacio Zoido), aunque es cierto que otro socialista, Alfredo Sánchez Monteseirín, también la pidió. Puede ser una forma de buscar al electorado moderado. No por la propuesta en sí misma, sino por ese afán conciliador que orienta su gestión desde que sustituyó a Juan Espadas. Una conciliación más juanmista que pedrista, y que resulta ajena a las broncas de la política nacional, auspiciadas por el ilustre visitante al que recibió el 14 de enero en el pabellón de la Navegación. “Navegamos frente a tempestades”, dijo Sánchez.