ES muy serio, pero han convertido la independencia de Cataluña en un motivo de cachondeo. Hoy se cumplen siete días. El viernes pasado, cuando escuchaba en la radio las retransmisiones desde el Senado y el Parlament de Cataluña, pensé que nuestro paisano Antonio Hernández-Rodicio, director de la cadena SER, podría haber organizado un Carrusel Político y encomendarle la retransmisión a nuestro paisano El Yuyu, con sus personajes. Hubieran triunfado. Esta parodia de Cataluña es de risa y ya hay que colocarla directamente entre los temas carnavalescos. La retransmisión de aquel histórico e histérico viernes negro pudo ser tal que así:

ES curioso que el Terremoto de Lisboa de 1755 se reconvirtió aquí en el Maremoto de Cádiz. El seísmo afectó a todo el suroeste de la península ibérica, tanto en Portugal como en España. Aunque las principales consecuencias fueron padecidas en la capital portuguesa y sus proximidades, donde se registró el mayor número de víctimas (hasta 100.000, según algunas versiones). En Cádiz, la tradición situó un milagro que aún se sigue conmemorando felizmente cuando han pasado 262 años. La calle de la Palma no se entendería sin ese milagro. La calle de la Palma siempre ha sido milagrosa. Hoy es una de las calles más famosas de Cádiz en el extranjero. Todo el mundo sabe dónde está: en invierno, por el Carnaval; en primavera, por la Semana Santa; en verano, por las caballas de sus bares; y en otoño, porque se festeja un milagro y sale una Virgen pequeñita muy querida.

EN la entrega del I Premio Federico Joly a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, el glamour lo puso ella. Tuvo una intervención brillante y medida, virtudes de la oratoria que en Cádiz resultan raras, por no decir desconocidas. Pero, además, emanaba de ella ese aura de lo distinguido que no todos tienen, pero que en Francia (no se sabe por qué) fluye con más naturalidad. Es curioso que Diario de Cádiz fue fundado por una familia de origen francés, los Joly, que llegaron a San Fernando; y que la actual alcaldesa de París es una mujer nacida en la Isla, pero educada en Francia, como ella misma recordó, aunque no hacía falta, porque se le nota.

UNA de las consecuencias del procès de Cataluña es que está poniendo a cada uno en su sitio. Entre los casos más significativos, está el de Podemos, sus marcas, sus mareas y todo lo que montaron alrededor de este grupo tan participativo. A Podemos, el conflicto catalán lo está poniendo atacado de los nervios, y con sus vergüenzas al aire. Es lógico y natural, porque ha llegado la hora de la verdad, sin medias tintas ni mentiras. Entonces se ha visto que detrás no hay nada serio, sino un cuento que va modificando Pablo Iglesias según le interesa. Con el objetivo de seguir mandando en su partido. Pero afronta un grave problema: una tempestad que le puede llevar contra las rocas.

SIEMPRE pasa igual. Todos los años, cuando nos cambian la hora a finales octubre, la buena gente se queja. Dicen que es una barbaridad, que ya es de noche a las siete de la tarde. En otros tiempos, se comentaba que la culpa era de Angela Merkel. En aquellos tiempos de la crisis, todas las culpas eran de la canciller alemana, que por entonces había formado la gran coalición. Ahora ya nadie dice que la culpa es de la señora Merkel; y además en España también hemos formado la gran coalición. Entonces ¿de quién es la culpa? Pues, naturalmente, de Puigdemont.