SEÑORAS y señores, es la oportunidad. En estos momentos se dan las condiciones para cepillarse a Puigdemont y que deje de dar por saco en Cataluña y en España. Llevamos…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEÑORAS y señores, es la oportunidad. En estos momentos se dan las condiciones para cepillarse a Puigdemont y que deje de dar por saco en Cataluña y en España. Llevamos casi siete años hablando de este prófugo, que intenta resistir con otro chantaje a Pedro Sánchez: la presidencia de la…
PARA entender un poco la realidad de Cataluña, que en el resto de España está tergiversada, nos ayudan las cuentas electorales. Es decir, la evolución de los resultados en las últimas elecciones. Entre el referéndum ilegal que montó Puigdemont el 1 de octubre de 2017 y la convocatoria de hoy,…
SOY consciente de que este es un asunto que merece alta sensibilidad. Afecta a personas vulnerables, que en la mayoría de los casos son derrotados por la vida, y tienen detrás historias tristes de marginación y soledad, a veces de desgarro familiar. Sin olvidar tampoco que existe un margen residual, derivado de lo lumpen y el desarraigo social. Por todo ello, y mucho más, los indigentes que vemos por las calles de Cádiz merecen atención y ser tratados con dignidad. Pero lo que no se puede hacer es fomentar la indigencia, como está ocurriendo. Porque el efecto llamada hace que acudan indigentes de otros lugares, trasladando problemas que nada tienen que ver con Cádiz. Y dan una penosa imagen de la ciudad.
DICEN que el mes loco es febrero, pero abril nos ha salido con locuras mil. Han ocurrido varios fenómenos extraños en Sevilla, sin contar la final de la Copa del Rey. Hemos tenido un tornado (o cosa parecida), y una tormenta eléctrica que atacaba a los semáforos y los volvía majaretas. Hemos tenido lluvia de barro del desierto, y chaparrones antifarolillos de Feria, y vendavales para cerrar los parques. A algunos de esos fenómenos les ponen nombres, desde que vinieron Emma y Hugo, pero tienen cuidado de no llamarlos Mariano o Susana. Todas estas rarezas, en otros tiempos, se hubieran interpretado como malos augurios del destino. ¡Ojú!
CÁDIZ es una de las ciudades españolas que mejor ha mantenido la apariencia de su casco antiguo. La ciudad histórica de intramuros ha llegado con un aspecto reconocible hasta el siglo XXI, a diferencia de otros municipios. El grado de destrucción ha sido pequeño, porque casi todas las barrabasadas y expansiones equivocadas se cometieron más allá de las Puertas de Tierra. Algunas intervenciones en zonas de Santa María, La Viña, Capuchinos o el Balón son discutibles. Pero, en general, el Cádiz histórico es reconocible si lo comparamos con fotos de hace medio siglo, o incluso más antiguas. El problema es que muchos de esos edificios están de mírame y no me toques. Son como enfermos que lo disimulan. Tienen fachada, pero los achaques van por dentro.
HASTA que termina la Feria larga, la gente no mira el calendario del año siguiente. Ahora se podrá intuir lo que nos espera. En mayo de 2019 habrá Feria y elecciones municipales, con lo que podemos tener una campaña de lo más animada. Si este año han venido Pedro Sánchez y Albert Rivera (además de Mariano Rajoy en las vísperas, para aquella cumbre inoportuna que organizaron los del PP con Cristina Cifuentes), el próximo año repetirán todos y algunos más. Juan Espadas, Beltrán Pérez y Javier Millán necesitarán estar arropados. Aquí hay mucho en juego. Y eso se notará desde la Cuaresma.
AQUEL Cádiz que ganó en Gijón por 0-3, en el mejor partido de esta temporada, y que ilusionó a todos, se está alejando del ascenso por su incapacidad rematadora. Ayer encerró a ratos, en la segunda parte, a un rival que llegaba en una gran racha (aunque sin su goleador Michael Santos), y que es el más firme candidato al ascenso directo junto al Rayo Vallecano. El Cádiz supo contenerlos. No tuvieron los gijoneses ni una ocasión clara en todo el partido. Pero el Cádiz, a pesar del empuje, sólo fue capaz de crear una oportunidad en los 90 minutos: el cabezazo de Garrido que acabó en el larguero tras un paradón de Mariño. El Cádiz sigue ciego ante la portería.