LA candidatura de Cádiz como aspirante a la Capital Europea de la Cultura es imposible. La propuesta es interesante, pero llega con varios años de retraso. Sorprende que la concejala de Cultura, Eva Tubío, esté dispuesta a estudiarla, porque demuestra su ignorancia al respecto. Está bien sugerirlo, como hizo Fernando Santiago. Sin embargo, los responsables institucionales deberían saber cómo funciona el asunto. El Parlamento Andaluz ya aprobó que la Junta apoye la candidatura de Granada para Capital Europea de la Cultura de 2031. En la Ciudad de la Alhambra están trabajando en ese proyecto desde 2015. Lo presentó el PP cuando gobernaba Torres Hurtado y lo ratificó el PSOE cuando Ciudadanos le dio la Alcaldía a Francisco Cuenca. Tiene el apoyo firme de todas las fuerzas vivas granadinas.

EL populismo se puede aplicar a favor y en contra. Es lo que tiene como riesgo, por ser intrínsecamente demagógico y manipulador. Es lo que está pasando con el caso de Ricardo A.M., el ingeniero que era líder del grupo denominado La manada de Collado-Villalba, que fue condenado a 15 años de cárcel por agresiones sexuales a una joven, y que actualmente se encuentra en la prisión de Soto del Real. Antes de ser condenado (y después de participar en los hechos juzgados), realizó uno de los informes sobre el agua contaminada de Loreto y a los cuatro meses lo eligieron responsable de proyectos y obras en Aguas de Cádiz. Algunos lo han presentado al estilo “Kichi contrató al jefe de los violadores de Villalba para Aguas de Cádiz”. Es una forma de verlo, aunque también se debe añadir que Kichi no lo sabía. Un podemita tan feminista como él no hubiera contratado a un violador grupal. Son las cosas del destino, cruel a veces.

ALGUNAS  veces los políticos están mejor callados. Mire usted, si lo han colocado como candidato por la provincia de Cádiz, no pasa nada. No es la primera vez que el PSOE sitúa a un paracaidista para que aterrice en la provincia, que es una forma de decir que aquí no tienen a nadie mejor. En  vez de colocar a Juan Carlos Campos, que es un magistrado de la tierra y que ya ha sido diputado del Congreso y vocal del Poder Judicial, prefieren a otro magistrado de por ahí, que es ministro de Interior con Pedro Sánchez. A los partidos se les nota que las primarias son un camelo. A los Ciudadanos de Castilla y León les salieron más votos que votantes con Silvia Clemente. A los socialistas de Cádiz les ha salido el grano de Marlaska. Para disimular, es mejor nombrarlos a dedo.

DESDE las elecciones municipales de 2015, se advierte un intento de politizar el Carnaval de Cádiz, como quien no quiere la cosa. Algunos lectores me dirán que el Carnaval es crítico, y por consiguiente político, ya que incluye una intencionalidad y una ideología. Sin embargo, que sea crítico (y que lo deba ser) es diferente a que se convierta en un instrumento manejado por algunos partidos. Una de las leyendas urbanas gaditanas es que el mundo del Carnaval (sus principales autores y componentes) resultó determinante para la llegada de Kichi y Podemos a la Alcaldía, y para echar a Teófila. Algunos lo celebraron en San Juan de Dios. Pero el peligro al que me refiero es diferente. Se trata del intento de apropiarse del Carnaval, en lo ideológico y en su control.

SE suele decir que la Cuaresma comienza en Cádiz el lunes del vía crucis, pero esto sólo se puede aplicar a su visualización en las calles. En los templos de  Cádiz la Cuaresma comienza el Miércoles de Ceniza, como en el resto del mundo. Y, además, el vía crucis se reza en el interior de la Catedral. La imagen designada por el Consejo es trasladada en andas. Esta tarde le toca el turno al Señor Despojado, que se venera en la iglesia de los Salesianos. Se trata de una singularidad, ya que es la imagen que acude a la Catedral desde más lejana distancia en Semana Santa. En Cádiz, tener cofradías en Extramuros se considera casi milagroso, a pesar de que en esa mitad de la ciudad (Cádiz Sur, le dicen ahora) es donde residen más habitantes.