EN lo referente al agua, en la provincia de Cádiz pasamos de un extremo a otro. Hace apenas un mes, en febrero, se alertaba de la escasez de agua embalsada, ya que estaban a menos del 40% de su capacidad. Se hablaba de sequía, Un mes después, con los temporales Emma, Félix y Giselle por medio, resulta que los embalses están al 70%, y con algunos largando agua; mientras que el río Guadalete baja muy crecido y se han lamentado inundaciones parciales que han obligado a cortar carreteras. Puede parecer normal, porque ha llovido mucho, pero no lo es. Se ha confirmado que en el entorno de Jerez, sus pedanías y la Sierra existe un riesgo de inundaciones demasiado elevado.

HASTA no hace tanto, el 19 de marzo, festividad de San José, que ayer celebramos, no era sólo el día del Padre, sino también el día de la Pepa. Ahora al padre se le considera machista (aunque sea más feminista que Simone de Beauvoir) porque es el símbolo de la cultura patriarcal. Y a La Pepa liberal se la considera arcaica y facha, para los gustos de la nueva política indignada. Por lo que el 19 de marzo se ha quedado como el día de la Provincia. Se festeja en la Diputación. Así el acto lo organiza Irene García, y viene Manuel Jiménez Barrios como vicepresidente de la Junta, y los premios se entregan con corrección política, procurando que estén representadas todas las comarcas gaditanas, igual que están todas las provincias en las medallas del 28-F de Andalucía.

EN los 20 años transcurridos entre 1995 y 2015 algunas cosas cambiaron en Cádiz. No me refiero a la gestión de Teófila Martínez en la Alcaldía, sino al escenario político. En las primeras elecciones democráticas de 1979 el partido más votado fue UCD, aunque el alcalde elegido fue Carlos Díaz, gracias al pacto de izquierda entre PSOE, PSA y PCE. Las elecciones de 1983, 1987 y 1991 fueron ganadas por el PSOE con mayoría absoluta. Sin embargo, cuando Díaz ya no fue candidato, emergió el PP con Teófila Martínez. Sus 20 años en la Alcaldía son inexplicables sin reconocer la complicidad de la izquierda y los votos de centro izquierda. Cuando Podemos sorprendió en 2015, con un resultado de 8 ediles (superior a lo esperado y sorpassando al PSOE), se acabó la mayoría absoluta de Teófila y se agravó la ruina socialista.

EL Pregón está considerado como el anticipo de la Semana Santa, la recta final de una Cuaresma que en Cádiz siempre parece más corta. El acto de hoy en el Teatro Falla tiene partidarios y detractores. Unos apoyan y otros no comparten su actual modelo. En la entrevista al pregonero, Juan Carlos Torrejón, que le hizo Pablo Durio el domingo pasado, este cualificado cofrade gaditano apoyaba algunas de las modificaciones que más se han solicitado. Otros cofrades dicen que lo único que pretenden quienes reclaman los cambios de formato es dejarlo igual que el de Sevilla. Pero, en verdad, esto no forma parte de la apología de la horquilla.

EN 2011, cuando Cádiz preparaba los actos del Bicentenario de la Constitución de 1812, en los ambientes políticos se daba por seguro que Juan José Ortiz sería el sucesor de Teófila Martínez… en la Alcaldía. Las previsiones marcaban un itinerario diferente a partir de 2013. Se especulaba con la posibilidad de que la alcaldesa diera un paso atrás, una vez concluidos los fastos del Bicentenario, y se dedicara a otros menesteres políticos en Madrid, y dejara en la Alcaldía a Juancho, que era su delfín. Sin embargo, los acontecimientos posteriores fueron diferentes, debido a prolijas circunstancias de la política nacional y local. Las consecuencias fueron que Teófila siguió en la Alcaldía y que Juancho ya no era visto como el delfín. El PP ignoraba que en 2015 sería elegido alcalde un comparsista conocido como Kichi.