EN la entrega del I Premio Federico Joly a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, el glamour lo puso ella. Tuvo una intervención brillante y medida, virtudes de la oratoria que en Cádiz resultan raras, por no decir desconocidas. Pero, además, emanaba de ella ese aura de lo distinguido que no todos tienen, pero que en Francia (no se sabe por qué) fluye con más naturalidad. Es curioso que Diario de Cádiz fue fundado por una familia de origen francés, los Joly, que llegaron a San Fernando; y que la actual alcaldesa de París es una mujer nacida en la Isla, pero educada en Francia, como ella misma recordó, aunque no hacía falta, porque se le nota.

UNA de las consecuencias del procès de Cataluña es que está poniendo a cada uno en su sitio. Entre los casos más significativos, está el de Podemos, sus marcas, sus mareas y todo lo que montaron alrededor de este grupo tan participativo. A Podemos, el conflicto catalán lo está poniendo atacado de los nervios, y con sus vergüenzas al aire. Es lógico y natural, porque ha llegado la hora de la verdad, sin medias tintas ni mentiras. Entonces se ha visto que detrás no hay nada serio, sino un cuento que va modificando Pablo Iglesias según le interesa. Con el objetivo de seguir mandando en su partido. Pero afronta un grave problema: una tempestad que le puede llevar contra las rocas.

SIEMPRE pasa igual. Todos los años, cuando nos cambian la hora a finales octubre, la buena gente se queja. Dicen que es una barbaridad, que ya es de noche a las siete de la tarde. En otros tiempos, se comentaba que la culpa era de Angela Merkel. En aquellos tiempos de la crisis, todas las culpas eran de la canciller alemana, que por entonces había formado la gran coalición. Ahora ya nadie dice que la culpa es de la señora Merkel; y además en España también hemos formado la gran coalición. Entonces ¿de quién es la culpa? Pues, naturalmente, de Puigdemont.

POR culpa de 70 parlamentarios catalanes del PDeCat, Esquerra Republicana y la CUP, en Cataluña se ha creado un ambiente prebélico. “La convivencia en Cataluña está en peligro”, esto lo dijo José Montilla, ex presidente de la Generalitat en los tiempos del Tripartito del PSC con ERC y los ecocomunistas de ICV. Curiosamente, hoy los socialistas están a favor de la aplicación del 155 a regañadientes; ERC ha empujado a los convergentes hacia el independentismo; y los ecocomunistas están en ese conglomerado de Ada Colau que ayer se quedó en tierra de nadie. El Tripartito con el que empezó todo (recordemos que ERC había sido reducida a partido residual) se ha dividido en tres.

PAREN ahí, que nos queremos bajar. Es muy triste lo que está ocurriendo. Mientras que Puigdemont desfloraba la margarita de la independencia y el artículo 155, no todos aprovechan el tiempo. En otras ciudades que no son Cádiz hay alcaldes que buscan inversiones, anuncian proyectos, negocian mejoras con empresas y bancos, consiguen fondos europeos, atraen inversiones privadas, localizan sedes, reciben a embajadores de países civilizados y actividades semejantes. ¿Qué pasa aquí? Ahí tenemos al alcalde y a los concejales, como malos estudiantes de Municipales, en busca de un reprobado general. Parecen muy satisfechos y divertidos. A ver quién reprueba el último.