LA sanidad pública gaditana ha quedado malparada en el ranking de los hospitales de España, elaborado por el Monitor de Reputación Sanitaria. Me refiero a la sanidad de Cádiz capital, porque la de Puerto Real ha salido mucho mejor. Es sorprendente que aquí esos malos resultados se acojan con indiferencia, a pesar de que contribuyen a desprestigiar la asistencia sanitaria que se ejerce en Cádiz, y menosprecia el esfuerzo de sus profesionales. También hay que analizar por qué el Puerta del Mar ha pasado de ser el 42, en el ranking de los hospitales en 2020, a estar ahora en el puesto 72. Mientras, en el mismo periodo, el Hospital de Puerto Real pasaba de ser el 37 a ocupar el puesto 31 en el último informe. Por su parte, el Hospital de Jerez ha bajado al puesto 69, desde el 50 que tenía en 2020; y adelanta al de Cádiz, pese a empeorar.

EL Puerto parece que no estaba muerto, o será que va a resucitar. Al referirme al Puerto, aclaro que no es El Puerto de Santa María, sino el Puerto de Cádiz, que en la ciudad se suele conocer como el muelle. Durante muchos años se ha hablado de que el puerto y la ciudad (o sea, la Autoridad Portuaria y la Alcaldía) vivían de espaldas el uno del otro. Eran como un matrimonio que están juntos, pero cada cual vive a su manera. De vez en cuando, organizan una fiesta con regata para solaz de su familia gaditana; o montan un concierto en el muelle, como si tuvieran un hijo músico. Pero cada uno es independiente, como eso que ahora se llama pareja abierta; o sea, una pareja que echa canitas al aire para no aburrirse. En la pareja municipal y portuaria, que está formada ahora por el Kichi y la Teo, va cada cual a lo suyo, y hay poco en común.

LA subida de la luz para los usuarios de Eléctrica de Cádiz es un escándalo. Me parece normal que el equipo municipal de Gobierno intente excusarse para no perder clientes, pero no se puede silenciar la responsabilidad social que tienen en este asunto. Es una subida que se añade a la sufrida por los españoles, pero que se ha agravado más por la incompetencia de quienes han dirigido Eléctrica de Cádiz en los últimos meses. Las empresas públicas, semipúblicas y privadas necesitan buenos dirigentes, personas cualificadas. Porque, cuando adoptan decisiones equivocadas, cuesta dinero a la empresa y, en algunos casos, como este, a sus clientes. Al ser semipública, la ruina de esta empresa es más pública que privada.

EN Cádiz algunos hicieron su agosto, pero ya estamos en octubre, precisamente en el día de la Hispanidad, con otro puente festivo. Los chiringuitos nos mantienen en la ilusión de que todo el año es verano, y a la hostelería le gustaría cumplir el sueño de que todo el año sea como agosto. En septiembre lo tuvieron más fácil, porque en Cádiz se celebró una procesión magna con 17 pasos y una gran regata de la Fórmula 1 del Mar (así la llaman), con gran éxito de público. Cádiz se abarrotó, como si tuviera 300.000 habitantes. Y, una vez más, se vieron las luces y las sombras de los servicios municipales. Cádiz es una ciudad atractiva para los eventos, pero debería solventar lo que falta y lo que sobra.

HOY se celebra la fiesta de la Virgen del Rosario, Patrona de Cádiz. Es un día festivo local, sólo en la ciudad, que algunos aprovecharán para montarse un puente laboral, y que otros vivirán con la devoción que es costumbre gaditana. El día de la Virgen del Rosario nunca pasa desapercibido. Y menos debería pasarlo en 2022, cuando se conmemoran los 75 años de la apoteósica coronación canónica de la Patrona, que se celebró el 4 de mayo de 1947 en la plaza de San Antonio. Por ello, en esta ciudad, donde tanto gusta lo magno y lo extraordinario, se debería valorar como se merece.