PASAN los años, y no se entiende la polémica por la apertura del Piojito en agosto. Los comerciantes ambulantes reivindicaron que el mercadillo se mantuviera ese mes, en contra del criterio municipal y de algunos comerciantes locales, que lo consideraban perjudicial para sus intereses. Viendo lo que se ve los lunes de agosto, en la avenida de la Bahía, parece inexplicable aquella discusión. Porque el Piojito en el mes de agosto está más desperdiciado que nunca. Podría servir de ejemplo, en un máster de negocios, sobre lo que no debe ser un mercadillo comercial en una Zona de Gran Afluencia Turística. Todo forma parte de la libertad comercial.

EL Corte Inglés de Bahía Sur fue pionero para San Fernando, Cádiz y todo el entorno metropolitano. Cuando este centro comercial comenzó su trayectoria fue un avance en una zona de la Bahía que estaba comercialmente retrasada con respecto a las principales capitales españolas. Entonces, hace 27 años, muchos gaditanos y gaditanas aprovechaban el 7 de octubre, fiesta local de la Virgen del Rosario, para comprar en El Corte Inglés de la plaza del Duque, en Sevilla. Después regresaban para la procesión de la Patrona. Era como un rito que mezclaba las devociones con las compras en el gran almacén que había popularizado Ramón Areces.

EL padre Luis Jesús Castro Arteaga se ha muerto como vivió: en paz con su conciencia, y sin formar mucho ruido. A los 93 años, cuando estaba en una residencia marianista de Madrid, antes de volver a su colegio de San Felipe Neri, de Cádiz. Escribió Antonio Burgos que las muertes en agosto son peores para las necrológicas. Pues suele ocurrir que los articulistas están de vacaciones y muchos amigos fuera de la ciudad. De modo que son necrológicas como a posteriori. Pero el padre Luis Castro no se merece quedar en el olvido. Ha sido un personaje muy importante en el Cádiz de los últimos 40 años. Reconocido con el título de Hijo predilecto en 2013, en un mano a mano con otro marianista inolvidable, el padre Feliciano Ruiz.

ES lógico que lluevan las críticas a Vox, por el tuit que después borró su concejal sevillano Gonzalo García de Polavieja, en el que calificaba como tarado a Blas Infante. Además de borrarlo, después lo ha intentado suavizar con una serie de elucubraciones lingüísticas sobre el significado del concepto del tarado. Según sus explicaciones, entiendo yo que se le podría aplicar a casi todos los políticos en activo, incluido él mismo. Pero es obvio que, en el uso corriente, el tarado tiene un tufillo claramente despectivo, que colinda con el insulto. Además de que considerar tarado a quien no piensa lo mismo que tú ya está demostrando un totalitarismo total en la ideología política. En resumen, retrata a quien lo dice y revela el populismo maniqueo de Vox.

EN Andalucía existen 13 playas caninas autorizadas, de las cuales sólo hay una en la costa de Cádiz: la de Camposoto, en San Fernando. Esta playa se mantiene porque nadie se atreve a hincarle el diente. He escuchado quejas por ambos sectores. Los caninos lamentan que deben recorrer dos kilómetros por un sendero, hasta llegar a la zona de playa debidamente acotada en la Punta del Boquerón. Los anticaninos lamentan que han reservado para los perros uno de los enclaves paisajísticos más bonitos del espacio natural de la Bahía, donde se ha prohibido el baño de los humanos. Tampoco faltan partidarios de Camposoto que se quejan por el malentendido de considerar toda la playa isleña como canina, cuando realmente no lo es, y tan sólo se ciñe a  una zona acotada.