EL primer día de la campaña electoral es como la mañana los Reyes Magos: siempre nos trae alguna sorpresa. Nos levantamos con esa ilusión de qué nos vamos a encontrar, pues nunca se sabe por dónde puede aparecer algún candidato con sus pegatinas. En estos días parecen it girls, cuelgan sus fotos para alardear. En Cádiz, este día tan bonito amaneció algo grisáceo, y con las farolas de la avenida del soterramiento (o de Juan Carlos I) llenas de banderolas, que no anunciaban una exposición o un concierto, sino a Susana Díaz la del PSOE y a Juanma Moreno el del PP. Siempre se dice que los carteles y las banderolas no sirven para nada. Pero siempre los ponen. Son incorregibles.

LOS debates que mantienen en Podemos y en Ganar Cádiz (o sea, en Izquierda Unida) para participar juntos en las elecciones municipales son pintorescos. Ni José María González ni Martín Vila están interesados, personalmente, en formar una candidatura única. Cada uno por su lado viven mejor, con más libertad: unidos para los que les conviene, y separados si llega el caso de las medallas. Forman una pareja política abierta. Y ahora se les exige un matrimonio de conveniencia. En Ganemos ni siquiera van a organizar primarias, sino una asamblea. En el fondo, están como locos por tirar cada uno por su lado, pero este es un matrimonio político pactado entre la pareja del alcalde, Teresa Rodríguez, y el jefe de Vila, Antonio Maíllo. Puede que no lo entiendan, pero es así.

LO único que le faltaba al CIS era pronosticar en Andalucía. Así como tenemos a Ángel León, proclamado el chef del mar para la gastronomía, ahora se está haciendo famoso el chef del mal. Me refiero al chef del CIS, José Félix Tezanos, cuyos fogones se han especializado en la cocina del PSOE, que siempre sale ganadora. Eso es lo que dicen sus críticos. Y lo que parece, cada vez que sale una encuesta echando humo. En la cocina del CIS tendríamos PSOE con papas fritas a todas horas, no se comería otra cosa. Pero la última encuesta que ha presentado se resume pronto: es más de lo mismo. En Andalucía, el poder desgasta a la oposición. Y en Cádiz sale que el PSOE podría conseguir 6-7, con 3 de Adelante Andalucía (Podemos), 2-3 del PP y 1 de Ciudadanos.

NO somos insensibles. Un muerto ya es demasiado. Pero la culpa del naufragio de la patera cerca de Los Caños de Meca, en la que pueden haber muerto más de 20 personas, no la tiene Pedro Sánchez (como antes no la tenía Mariano Rajoy), ni el rey Mohamed VI de Marruecos, ni la Unión Europea. La culpa es de los que lanzaron al mar esa patera con más de 40 personas, sobrecargada y en condiciones extremas para sobrevivir, por lo que un naufragio era bastante probable. Unas 22 personas lograron salvarse, pero la otra mitad ha muerto. Por eso hay que aplaudir la detención y el encarcelamiento de los dos presuntos  patrones mafiosos que arriesgaron la vida de esas personas.

LA actual ciudad de Cádiz no existiría sin los militares españoles. Esto se entendió en 1596, cuando el asalto de los ingleses y holandeses, comandados por el conde de Essex y el almirante Howard, que saquearon la ciudad, incendiaron edificios y secuestraron a personalidades. Entonces quedó aún más claro que Cádiz debía ser una gran fortaleza, custodiada por murallas, baluartes y castillos, y defendida por una amplia guarnición militar por Tierra y Mar. Gracias a esa defensa, las Cortes se pudieron refugiar en Cádiz para sus reuniones constitucionales; y fue el bastión contra la invasión francesa en la Guerra de la Independencia, cuando las gaditanas se hacían tirabuzones.