HA llegado otro Domingo de Ramos. Con sigilo, con lenta demora, cuando el calendario avanzaba como prisionero de su ausencia. La luna llena se retrasó y no se asomaba al balcón del cielo, donde los cofrades que se fueron al más allá se asoman todas las Semana Santas. Hoy revive el tiempo que ampara las nostalgias. Hoy los caminos de Cádiz llevan a Extramuros, hacia San José y Salesianos, pero después vuelven al centro histórico, que es donde sigue latiendo el núcleo íntimo de Cádiz, y conducen a Santo Domingo, a San Lorenzo,  a San Agustín. Es allí donde nos conmueve, con su mirada, el Señor de la Humildad y Paciencia.

VUESTRO gozo en un pozo. El Ayuntamiento de Cádiz se las prometía muy felices. Creían que el alcalde González ya le había encajado los depósitos de Tabacalera en Loreto a la Junta de Andalucía para construir allí la Ciudad de la Justicia. Para una vez que iba a dar coba él (en vez de al revés), le ha salido mal la jugada. Tras la visita del viceconsejero Manuel Alejandro Cardenete, y tras las declaraciones de la delegada provincial, Ana Mestre, ha quedado claro que esa no va a ser la opción preferente para la Junta. Llegado el día, nadie sabe cuándo, en que pongan sobre la mesa el nuevo proyecto de la Ciudad de la Justicia de Cádiz.

EN Cádiz la Semana Santa comienza el Viernes de Dolores. El cambio de la VOT de Servitas a este día le ha dado un carácter singular a la Semana Santa gaditana. En otras ciudades (sobre todo en Sevilla, pero también Málaga y Jerez), en las vísperas salen hermandades o asociaciones parroquiales que aspiran a integrarse en la Semana Santa. Suelen ser de barrios periféricos, donde realizan una gran labor social. A algunas se les nota que son pobrecitas en sus imágenes, cuyo valor artístico es ninguno, lo que se debe controlar. Una imagen sagrada no es un juguete, necesita mover a la devoción. En caso contrario, debe ser rechazada por los Consejos de Cofradías y Obispados.

ADVIERTO al principio que soy partidario de los centros históricos peatonales y que considero un despropósito permitir el tráfico en calles céntricas y estrechas, concebidas para otros usos en otros tiempos. Pero en el caso de Cádiz hay que tener cuidado para no convertir la virtud en defecto. Al equipo de gobierno municipal de Unidas y Podemos le ha dado la picá por la peatonalización, que me parece bien, pero no se puede hacer a las bravas sin reparar las consecuencias. Un ejemplo es la zona de Argüelles y la plaza de España, donde han dejado unas obras feas y de dudosa utilidad, que presentaron como si fueran maravillosas.

EN otras ocasiones he comentado que no es un problema de izquierdas o derechas, sino de buena o mala gestión. En Cádiz, el actual gobierno municipal de Podemos y Unidas (eso que ahora se llama Adelante Cádiz) es muy malo negociando. En el convenio de la plaza de Sevilla se ha vuelto a demostrar. Adif le ha marcado otro gol, como se lo marcó la Universidad con el Gobierno Militar y sus derivados, para que después salga uno de los candidatos a rector diciendo que va a potenciar los campus de Jerez y Algeciras. Por culpa del gobierno municipal, Cádiz ha perdido cuatro años, sin poner en marcha los grandes proyectos. Se han conformado con el carril bici y la eliminación de aparcamientos. Pero ahí están, igual que los recibieron, la plaza de Sevilla, el hotel del estadio o los depósitos de la Tabacalera.