TANTO duplicar las palabras, tanto hablar de ellos y ellas, y de las socialistas y los socios listos, para que llegue Joe Biden (el presidente más feminista de la historia de los EEUU, que iba a ceder el cargo pronto a su vicepresidenta Kamala Harris), y deje tiradas y sin futuro a las niñas afganas. Eso están diciendo algunos y algunas, porque ha sentado fatal lo ocurrido en Afganistán con los talibanes. El presidente Biden huye a lo loco. Y con un feroz atentado terrorista para despedirlo con muertos. Sin tener en cuenta que en ese país se quedan criaturitas, ahora condenadas a llevar el burka de por vida, a estar sometidas a sus señores machos, a no estudiar ni conducir ni bañarse en público. Y es verdad que ya no estamos en el tiempo de las cruzadas, ni vamos a reconquistar Jerusalén, ni a recuperar Constantinopla. Pero salir así de Afganistán hubiera sido impensable con la familia Bush, pongo por caso.

LAS residencias de mayores vuelven a ser un foco de mortalidad en la pandemia del Covid en España. Sólo en la semana pasada murieron 150 ancianos en las residencias. En marzo, el Gobierno confirmó la defunción de 29.408 mayores de estos centros en el primer año de la pandemia. Fueron los primeros en vacunarse, lo que parecía justo y necesario. Tras las vacunaciones creímos que era un problema resuelto. Sin embargo, desde el 1 de abril al 30 de junio fallecieron 349 ancianos por Covid en residencias, según fuentes oficiales. Y en la última semana han registrado 150 muertos. No es igual que en el primer año de la pandemia, pero algo está fallando. Centenar y medio de muertos no es una anécdota.

TODOS los veranos aparecen algunas noticias de cachondeo, propias del ocio y las olas de calor. La inocentada de este verano pudiera ser, entre otras, que Unidas Podemos y sus afines quieren manifestarse contra el elevado precio de la luz. Un partido que forma parte del Gobierno, con una vicepresidenta, dos ministras y dos ministros (cinco, en total) amenaza con manifestarse contra un abuso que el Gobierno al que pertenecen es incapaz de corregir. De ese modo se aprecia claramente su utilización goebelsiana de la propaganda para deformar la realidad y confundir a la gente. En el caso de que lo quieran cambiar, y se lo impida el sector de Pedro Sánchez, lo normal sería que dimitieran.

EL fútbol español por fin ha perdido a Leo Messi, como perdió a Cristiano Ronaldo, los dos mejores futbolistas del siglo XXI. Nada ha sido por casualidad. NI que estuvieran jugando en España, ni que se hayan marchado. Precisamente cuando es obvio que el país se ha arruinado (recuérdese la deuda), y que padece un creciente desprestigio internacional. Ya se ha terminado el milagro del fútbol español. En el extranjero no se explicaban que uno de los países más arruinados de Europa pudiera competir de tú a tú con los mejores equipos de la Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia, las grandes ligas europeas, todas de países más ricos.

EN la disputa entre el PP y Vox por la reprobación de Santiago Abascal se debe tener en cuenta lo esencial: hace falta prudencia en Ceuta y sobran las fanfarronerías. Ya sabemos que en Madrid algunos líderes centralistas creen erróneamente que toda España es como Madrid, pero no es así. A las pruebas nos podemos remitir: Cataluña, el País Vasco, incluso Galicia y Andalucía, donde ahora gobierna el PP. Como en Madrid, con Isabel Díaz Ayuso, pero en diferentes circunstancias. El presidente de Ceuta es Juan José Vivas, también del PP, que gobierna desde 2001, aunque se encuentra en minoría. Conoce aquello mejor que los políticos de Madrid. La declaración contra Abascal (siendo fea cualquier reprobación ideológica, hasta de líderes de los extremos) desde un punto de vista estratégico era oportuna, porque se pasó de rosca en un enclave de alto riesgo, donde no estaban los ánimos para echar más leña al fuego.