GUSTE o no guste, Pedro Sánchez será investido hoy presidente del Gobierno. El domingo pasado, una tal Mertxe Aizpurua, de los proetarras de Bildu, tuvo una intervención escandalosa, pero Pedro Sánchez, cuando subió a hablar, no defendió al Rey, ni condenó a ETA, cuyos herederos se van a abstener para que él gobierne. Por un puñado de votos se olvida hasta la dignidad. Después, cuando los diputados votaron, se vio que la culpa de tener a Pedro Sánchez de presidente, no es sólo de su pacto con Unidas Podemos y los acuerdos con los independentistas de ERC y los proetarras de Bildu, sino que además, entre otros, será presidente hoy gracias al voto de oro de Teruel Existe.

AL programar la investidura en estas fechas esotéricas de enero, coincidiendo con la llegada de los Reyes Magos (y con Frankenstein disfrazado de Baltasar), el candidato Pedro Sánchez ha arriesgado mucho. Tanto que le ha salido una proetarra de Bildu, Mertxe Aizpurua, como estrella de la ilusión. Pero hoy es la tregua, hoy es el día de la Pascua Militar, en el que los monarcas llegados de Oriente nos pondrán los regalitos, si hemos sido rbuenos; o el carbón, que está muy mal visto por los ecologistas climáticos (excepto los asturianos), si hemos sido malos. Y hay algo más: el sorteo de la Lotería del Niño. Hoy están en juego un montón de millones. Mañana también.

EL alcalde de Sevilla, Juan Espadas, debe administrar con habilidad y sabiduría lo que se le viene encima. Inés Arrimadas ha fijado el foco en los barones socialistas, pero Juan Espadas tampoco estará cómodo tras el pacto de Gobierno entre el PSOE, que es su partido, y Unidas Podemos. Y menos aún tras las concesiones a los independentistas de Cataluña que van a venir. En el catálogo de medidas que han presentado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias queda claro que han apostado rotundamente por el populismo. Para un alcalde que hasta ahora ha sido moderado y centrista, políticamente hablando, y que tiene fijada su fecha de caducidad municipal en 2023, se avecinan tiempos difíciles.

HA comenzado 2020, que será el Año del Populismo y afectará a todo. El Gobierno de coalición que formarán el PSOE de Pedro Sánchez con Unidas Podemos de Pablo Iglesias puede facilitar algo nunca visto en la España democrática, como que un matrimonio forme parte del Consejo de Ministros, con dos carteras y dos sueldos. Al margen de esa curiosidad, la gente hace apuestas para ver si ese Gobierno se comerá los polvorones de Estepa en la Moncloa, o no, en la Navidad de 2020. Mientras que otros opinan que serán España y los españoles quienes se comerán menos polvorones en 2020. Ya se verá lo que pasa, porque al principio esto va a ser como Jauja.

TODOS los años, cuando llega el 1 de enero, los ojos misericordiosos se vuelven hacia la plaza de San Lorenzo. En su basílica, aguarda el Señor del Gran Poder el comienzo de otro año, que es también el inicio de su quinario. Por mucho que vuelvan los ritos (nunca se repiten, nada es igual de lo que fue) conservan esa pureza del tiempo de la espera, que marca el camino en el que dejaremos las migajas de la vida. Ha llegado 2020, que no es un año más para el Gran Poder de Sevilla. Es el tiempo en que están conmemorando los 400 años del Señor. Y todo lo demás que nos podría parecer sólido, se hace etéreo, porque ante su andar valiente todo se desvanece, como el humo de un cirio que se apaga.