LA Gerencia de Urbanismo ya ha admitido a trámite el proyecto para el nuevo barrio de la Cruzcampo. En los próximos años, Sevilla contará con más de 2.000 viviendas en un sector que antaño fue la periferia, pero que ya se considera relativamente céntrico. De facto, enlazará la zona de Nervión y la Gran Plaza con la del Polígono San Pablo. Será un nuevo barrio del este, pero más cercano a la Campana que Sevilla Este. En fin, es una bicoca para el sector inmobiliario. Y una promoción que no se oferta en parajes hasta ahora baldíos, como la Hacienda del Rosario o Palmas Altas. Este proyecto no es nuevo, sino una herencia, pero el alcalde, Juan Espadas, lo puede aprovechar en sus evidentes intentos de aumentar la población de Sevilla.

EN el PSOE de Andalucía han desenfundado los cuchillitos políticos, y los van afilando. Desde la calle San Vicente hasta la calle Oriente, pasando por la Plaza Nueva (sin olvidarnos de algunos distritos) están atacados de los nervios, en claves sucesorias. Algunos ya no saben si son de los suyos, o si deberían pasarse a los otros. Todos los partidos dependen de las intrigas cortesanas. Se vio en el PP, cuando lo de Soraya, Cospedal y Casado, pero les llovió del cielo el Andalucía Suma, que fue como un regalo de Navidad. También para Ciudadanos, donde Juan Marín se afianzó cuando le movían el sillón, antes de lo que se ha montado con Albert Rivera y los eurodíscolos. Pero en el PSOE se sabe, desde Alfonso Guerra, que quien se mueve no sale en la foto. Excepto Francisco Toscano, que tiene libertad de movimientos y siempre acierta.

A estas alturas, nadie puede dudar de la importancia estratégica que tiene la autovía de la SE-40 para Sevilla. En el tramo entre Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra continúan las obras, con una ejecución del 90%, según se ha publicado. Es un tramo importante, que enlazará el sur y el este de la provincia de Sevilla, entre dos núcleos urbanos muy poblados del área metropolitana. Es también un enlace entre la A-92 (la autovía que conecta a Sevilla con Andalucía oriental) y la AP-4 (la autopista que lleva hacia Cádiz, hacia el sur de esta parte de Europa y el norte de África). Pero la SE-40 también está destinada a facilitar la conexión entre el sur y el oeste; es decir, hacia Huelva y Portugal. Y ahí es donde nos encontramos con el problema de los túneles. Si no completan el enlace, la SE-40 será una autovía interrupta. O lo que es igual: un desperdicio de millones.

ES otro ejemplo del catetismo que nos invade cuando se habla de los aeropuertos y el turismo. Hubo un tiempo en que les dio la ventolera por los chinos. Fue cuando Juan Espadas envió un mensaje que se proyectó en la pequinesa plaza de Tiananmen, y cuando Antonio Muñoz se desvivía con los chinos, a los que ofrecieron varios edificios históricos de esos que están abandonados en Sevilla y no saben qué hacer con ellos. También se habló de una supuesta conexión aérea directa con China desde el aeropuerto de San Pablo. Pero ahora la moda se deriva a los EEUU, a pesar de que ya no lo preside Barack Obama, sino Donald Trump, ese monstruo. El turismo norteamericano es el campeón del lujo en Sevilla. Varios de los nuevos hoteles de cinco y cuatro estrellas están auspiciados por empresas de capital yanqui. Nada mejor que conseguir la conexión con Nueva York.

LA evolución de la Avenida de la Constitución es obvia: estamos en el tiempo de los hoteles. A pesar de la competencia de las viviendas turísticas, no paran. Los inversores que compraron los principales edificios han negociado con cadenas hoteleras. Así el antiguo Banco de Andalucía, una vez que culminen las obras en curso, acogerá un hotel Autograph de la cadena AC by Marriot. Mientras que el edificio del antiguo Banco Urquijo, que fue adquirido por la familia García Baquero como inversión, acogerá otro hotel de Soho Boutique. La firma francesa FNAC tenía una flagship allí desde mayo de 2007, pero se mudó a un córner del centro comercial Torre Sevilla, de más modestas pretensiones.