EL aeropuerto de San Pablo tiene el objetivo de conectarse con todo el mundo, con los cinco continentes. Todavía no está conectado con la estación de Santa Justa por tren, a pesar de que sería un sencillo paseo ferroviario. Pero por el aire, lo que es por el aire, quieren llegar a Nueva York, a Sidney en Australia a Pekín en China, a Tokio en Japón, a donde haga faltapara llenar los hoteles de cinco estrellas. En esa misión, el alcalde, Juan Espadas, está firmemente empeñado, y cuenta con el apoyo decidido de su delegado del Turismo y otros menesteres, Antonio Muñoz. Por eso, igual que consiguen para Sevilla grandes premios de espectáculos nacionales e internacionales, acogieron en Fibes un congreso mundial del turismo de la WTTC, en el que conocieron a capitostes de todo el universo. Aún sigue dando frutos, a título póstumo.

LA Plaza Nueva acoge el Encuentro de Casas Regionales durante este fin de semana. Precisamente coincide con el Día de la Hispanidad (oficialmente, el Día Nacional de España) y con las vísperas de la sentencia del proceso independentista de Cataluña, que es una casualidad añadida. Este encuentro folklórico (en el buen sentido de la palabra), gastronómico y turístico se puede considerar tradicional, al haber cumplido 11 ediciones. Es sabido que el término se debe aplicar a lo que se transmite de una generación a otra, aunque aquí se reduce incluso a lo que ocurrió el año anterior. En cualquier caso, es una cita que atrae público local y visitante a la Plaza Nueva. Allí se puede apreciar la diversidad de las tierras de España (como decían en los tiempos de Franco, ahora tan recordado), que pasa por el vino, los embutidos y los dulces, sin olvidarnos de los bailes típicos.

EL calentamiento global se nota en Sevilla con dos semanas de ampliación del estío. El llamado veranillo de San Miguel (esos días treintagradistas de finales de septiembre) se extiende ahora hasta el veranillo del Pilar, cuya fiesta celebramos mañana. También se le podría denominar el veranillo de la Hispanidad, pero sonaría más raro. Desde luego, suena peor lo de veroño, de sencilla rima con palabras feas. Las fiestas se han designado por el calendario religioso, tradicionalmente, y no por el civil. De ahí lo del veranillo de San Miguel. Un refrán caído en desuso advertía: “Hasta San Antón, Pascuas son”. Refranes de tiempos más fríos, cuando la gente se sabía de memoria los días de los santos.

LAS primeras semanas de un centro comercial tienen el éxito garantizado en Sevilla. Es normal que llenen los aparcamientos todos los fines de semana del primer mes, y que los policías locales se harten de poner multas en Heliópolis y las cercanías de Palmas Altas, sobre todo el día que coincidió con un partido del Betis.Con ello no quiero minimizar los buenos resultados del Lagoh en sus comienzos, sino precisar que las primeras semanas no son representativas. En Sevilla (como en toda Andalucía) la novelería es un valor añadido. Incluso los que emiten quejíos por la desaparición de Vilima y Casa Marciano van a comprar al Lagoh con cualquier excusa. Desde la inauguración a las rebajas venderán todo lo vendible. Conseguir el objetivo de 14 millones de visitas el primer año es posible.

EL Polígono Sur es mucho más que un barrio pobre. Tiene una gran importancia cuantitativa, ya que allí viven unas 40.000 personas (más del 5% de los habitantes de Sevilla), aunque es imposible saber el número exacto, por no estar cuantificados los pisos okupados y los trabucados. Pero sobre todo tiene una importancia cualitativa. Es conocido en toda España, y forma parte de la leyenda negra sevillana, como un ejemplo de marginalidad y pobreza. Debido a sus especiales circunstancias, se creó un comisionado, cuyo titular es designado por la Junta de Andalucía. Con el cambio de la tortilla, está ejerciendo ese cargo Jaime Bretón, que ha llegado con muchas ganas de que el Polígono Sur sea redimido de sus males. Una parte de las mejoras necesarias dependen de la Junta, pero también del Ayuntamiento, en gran medida. Ambas instituciones deben colaborar, más allá de colores políticos enfrentados.