CANTABA Lucho Gatica que la distancia es el olvido. Y después lo han cantado muchos más, en diferentes versiones. Pero no hace falta recurrir al bolero para dar el cante.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLA es una ciudad polarizada en lo futbolístico. La rivalidad entre Sevilla y Betis (o a la inversa) se traslada incluso al cartel de la Cabalgata de los Reyes Magos, obra de Fernando Vaquero. En ese contexto, se ha consolidado la tercera vía del fútbol sevillano: el estadio de La…
PARA la diócesis de Cádiz y Ceuta es una buena noticia que uno de los dos obispos auxiliares de Sevilla, Ramón Darío Valdivia Giménez, haya sido nombrado administrador apostólico. Por dos motivos, principalmente. El primero es que por fin la Santa Sede admite la renuncia que el obispo Rafael Zornoza…

ES raro que a nadie se le haya ocurrido instalar la Ciudad de la Justicia en el Castillo de San Sebastián. Puestos a ocurrencias. El sitio es de los mejores para que no se escape un preso. Aquello fue una fortaleza, construida para combatir los asedios de Cádiz. Con el tiempo es el espacio más desaprovechado de la ciudad. Ha tenido peor suerte que el castillo vecino de Santa Catalina. Puede ser que el de San Sebastián sea más pintoresco, además de que tiene el faro de Cádiz, pero el actual Ayuntamiento no sabe qué hacer allí (ni en otros edificios tampoco), así que intenta cortar por lo sano: quitárselo de encima y que se lo gestione la Junta.
FALTAN ocho partidos para el final de la Liga 1/2/3. Hay 24 puntos en juego, de los que el Cádiz necesitaría al menos 15 para consolidarse entre los seis primeros. Hay que tener en cuenta que la media de los últimos partidos no alcanza ese nivel, por lo que se hace imprescindible apretar. Si no quieren resignarse a un final de temporada ni fu ni fa, después de haber cumplido muy a tiempo el objetivo de la salvación. Por todo ello, el gol de Ortuño en las postrimerías de Huesca ha sido muy importante. Una derrota hubiera dejado al Cádiz fuera de las posiciones de privilegio y habría desatado el pesimismo, o incluso el conformismo.
l Cuesta creer que los incidentes de la Madrugada fueran provocados por un vandalismo espontáneo l Ocurrió en el peor momento y con focos en los lugares más conflictivos
ES difícil creer que los incidentes de la Madrugada de 2017 se deban a un gamberrismo ocasional. Tampoco parece creíble que sólo fueran provocados por tres delincuentes comunes, cuatro niñatos sevillanos y un senegalés borracho. Pareció un ataque con toda la pinta de estar bien diseñado y planificado. Presenta evidentes semejanzas con los sucesos de 2000 (y con el intento parcial de 2015). Pero, en esta ocasión, fue más peligroso. Surgió en varios puntos casi simultáneamente (algunas fuentes detallan hasta siete) y fueron lugares de alto riesgo. No sucedió algo peor gracias a Dios, a las medidas de seguridad (que lo mitigaron parcialmente), y a que vamos aprendiendo a convivir con el caos.
SÓLO los sevillanos que aman la Semana Santa son capaces de reaccionar como lo hicieron en la Madrugada del Viernes Santo de 2017. En cualquier ciudad que hubiera sufrido esos incidentes, todo se hubiera suspendido. Sin embargo, aquí, la reacción fue ejemplar. Porque hubo miles de personas dispuestas a defender su Semana Santa. No permitieron que unos insensatos la destrocen, con actitudes y ataques que parecieron evidentemente orquestados. Nazarenos que siguieron adelante. Costaleros que llevaron sobre sus hombros a las imágenes más queridas. Músicos que siguieron tocando. Las personas que permanecieron en los palcos y en las sillas, en las calles y en las plazas. Muchos se fueron. Pero otros siguieron a su lado. El ejemplo de la Pasión, cuando se vive con pasión.
LA temporada de playas ya ha comenzado en Cádiz. En teoría, el Domingo de Ramos, día 9 de abril. En realidad, comienza cuando llega el buen tiempo. Y, una vez que ha pasado el Carnaval, la Cuaresma y la Semana Santa, se convierte en el principal aliciente del ocio de la ciudad. Por eso, los periodos municipales de temporada baja, media y alta sólo interesan para organizar los servicios. Pero los gaditanos fijan la temporada de playa cuando les da la gana; o sea, cuando les apetece. Al principio van con más ganas que al final.