POR decirlo con propiedad, en Cádiz no gobierna la extrema izquierda anticapitalista, ni los podemitas críticos, sino que se ha convertido en el feudo del coleguismo. Después de aquellas polémicas decimonónicas entre el socialismo utópico, el comunismo científico de Marx y los grupos anarquistas, que se prolongaron en el siglo pasado, hemos llegado a unos tiempos diferentes, donde las disputas judiciales se establecen entre la Biblia y la revista Nature, que sería como una biblia científica, con sus profetas laicos de Madrid. Pero en Cádiz, ajenos a esas sutilezas, se ha inventado el coleguismo, que aspira a seguir en el poder cuatro años más. Porque unidos podemos. O eso esperan.

EL Paseo Marítimo de Cádiz será uno de los grandes damnificados de los cuatro años de José María González como alcalde. Y todavía puede ser peor, porque empiezan las obras para reurbanizar una zona muy sensible desde el Hotel Playa Victoria a Cortadura, con el nuevo carril bici, la restricción del tráfico y la reforma del espacio para terrazas. Han prometido más espacio para los peatones, para los perros, para las bicicletas, para los garajes y para las terrazas de los bares. La multiplicación de los panes y los peces, gracias a Martín Vila. A la vista de lo que ha ocurrido en el tramo del Cementerio al hotel se puede temer lo peor. El único consuelo para los afectados es que en mayo de 2019 habrá elecciones municipales.

HOY es el día 12 de octubre, el día en que algunos dirigentes eruditos de Podemos (sin señalar) dicen en las redes sociales que los españoles se dedicaban a cortar cabezas de indios en América. También hicieron algunas cosas más, en realidad. En Cádiz existe una amplia vinculación con América. El esplendor comercial de la ciudad en el siglo XVIII, lo mejorcito de este puerto con el monopolio, tenía bastante que ver con América. Por eso, me ha parecido bonito el hermanamiento de Cádiz con Quito. Y todavía más bonito que el concejal David Navarro anuncie lo de Quito (sin estar loquito) en las vísperas del día de la Hispanidad, de la fiesta nacional, de la Virgen del Pilar, de la patrona de la Guardia Civil, de todo eso que es de todos los españoles, y no sólo de algunos.

A los amigos del  Patronato del Carnaval y asociaciones que discuten sobre el COAC les planteo hoy un consejo gratuito y rudimentario: ¿Por qué no le copiáis el sistema de competición a la Champions? Es decir, Miguel, que el Concurso Oficial sea como la Liga de Campeones del Carnaval. A María Romay la van a volver loca, porque todos los años cambian las normas del concurso. Y ahora quieren inventar unos cuartos de final con siete sesiones y unas semifinales con cuatro sesiones. Estas mamarrachadas en otras ciudades no se entienden y en Cádiz tampoco, aunque se intenta. Pero es innecesario buscar la cuadratura del círculo.

LAS próximas elecciones autonómicas también van a servir para pulsar la realidad política en Cádiz. Es decir que aportarán indicios sobre quién va a ser el próximo alcalde. Siempre, lógicamente, con las debidas reservas. En los tiempos de Teófila Martínez en la Alcaldía era costumbre que ella ganara las municipales con mayoría absoluta, a pesar de que el PSOE era el más votado en las autonómicas con Manuel Chaves. El antecedente, que no se puede olvidar, ha cambiado. En 2019 ya no estará Teófila Martínez como candidata del PP, ni ahora es Manuel Chaves quien encabeza la lista del PSOE. Pero van a aportar detalles muy interesantes.