A los siete años y un día, algunos han descubierto que Kichi es un alcalde muy malo, malísimo, para ser más exactos. Y que no es como don Fermín Salvochea, ni ahora vivimos en el siglo XIX tampoco. Si Kichi saliera ahora a la plaza de San Juan de Dios vestido como don Fermín: la gente le diría “Te quieres ir ya por ahí, Fermín”. Eso es lo que le dijo, en un pasodoble, Antonio Martínez Ares y la gente se ha vuelto loca. Se convirtió en trending topic en las redes sociales. Es la primera vez en la historia que una comparsa reivindicativa, como todas las de Martínez Ares, canta un pasodoble contra un alcalde y se convierte en noticia. Eso demuestra cómo está el patio de butacas del Falla. Vendido, todo está vendido. A las entradas de la gran final me refiero.

UNA vez que se ha consumado la permanencia del Cádiz CF en Primera, es procedente publicar una laudatio o elogio de Manuel Vizcaíno. Se ha elogiado por los resultados al entrenador Sergio González (incluso a Cervera, que sólo consiguió 14 puntos en la primera vuelta), a los jugadores (que hasta el final de la primera vuelta eran malísimos, y los fichajes de invierno eran de saldo, según se decía), pero nadie elogia al presidente. Es como si el Cádiz CF se presidiera solo. Se puede decir que, en función de los resultados y las estadísticas, Vizcaíno es ya el segundo mejor presidente de la historia del Cádiz, tras Irigoyen; y está en condiciones de ser el primero en los próximos años, si no se larga.

POR fin Cádiz ha recibido una gran alegría este año. Gracias al fútbol, que aporta ingresos a la ciudad, como afirma Antonio de María. La gente está diciendo que la salvación del Cádiz CF ha sido milagrosa, aunque más milagroso hubiera sido descender con 39 puntos. No ha ocurrido en los últimos años. Y con 38 puntos, como el Granada, no descendía nadie desde la temporada 2015/2016, cuando bajó el Rayo Vallecano. En 2021 se salvaron el Elche con 36 puntos y el Alavés y el Getafe con 38. En la última jornada siempre desciende el más tonto. La temporada pasada descendió el Huesca, tras empatar en casa con el Valencia, que no se jugaba nada. ¿Nada? Esta vez nos hemos salvado de chiripa. La suerte y los arbitrajes son factores determinantes, junto al acierto del último día.

LA carpa se ha perdido y nadie sabe cómo ha sido. Bueno, sí, la concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, le ha echado las culpas a los vecinos del barrio de Santa María, por quejarse del emplazamiento de la carpa en la Cuesta de las Calesas; y a la oposición municipal, que se opone a todo, y protesta por todo lo que se les ocurre a los anticapitalistas. La carpa, por lo visto (o por lo no visto), también iba a ser anticapitalista, y a dotar de jolgorio a las noches gaditanas de junio, que no son como las de febrero, cuando todos los vecinos duermen con las ventanas cerradas. La carpa de las Fiestas Típicas Gaditanas de mayo y junio se ha quedado desierta. Y los empresarios del jolgorio están de ferias por la provincia, y han dejado solos a los anticapitalistas, y no se han presentado a la licitación.

DESDE hace 40 años, o puede que más, se viene hablando en Cádiz de recuperar las fiestas del Corpus Christi. Los ignorantes de la memoria histórica creen que esta fiesta alcanzó su esplendor en los tiempos de Franco, porque obligaban a los soldados a cubrir las calles de la carrera (que era más corta, pues la procesión pasaba por Cobos y Cristóbal Colón para salir a Nueva), además de que organizaban una corrida de toros por la tarde. Pero la solemnidad del Corpus en Cádiz brillaba antes, en los años del esplendor de la ciudad. Se pueden consultar los antiguos periódicos y las viejas guías para saber que el Corpus de Cádiz era solemnísimo, desde antes de que hubiera nacido el tatarabuelo de Franco y cuando los Carranza vivían en Galicia. Y si ha decaído en los últimos años, no es sólo por criterios políticos, sino por la apatía lamentable que hay en Cádiz.