EL Pacto Cádiz 2030 que ha propuesto Juancho Ortiz, candidato del PP a la Alcaldía, es una buena idea. Tiene el inconveniente de haber sido lanzada en un momento inoportuno, en pleno periodo de campañas, por lo que sus rivales lo considerarán electoralista. Habrá que esperar a de spués de las elecciones municipales para ver si los demás partidos y la sociedad civil gaditana son capaces de implicarse, lo que sería imprescindible para que tenga recorrido. Esta propuesta  se parece al Plan Estratégico Sevilla 2030. Es un compendio de buenas intenciones, aunque tal vez demasiado genérico e inconcreto, lo que se debe evitar en Cádiz.

EL PP presentó su candidatura local de Cádiz. Con ella, los principales partidos gaditanos han puesto sus cartas boca arriba para las próximas elecciones municipales. El alcalde, José María González, se presenta a la reelección con el bloque de Unidas Podemos, que se denominará Adelante Cádiz. Su principal rival debe ser Juancho Ortiz, del PP, que capitalizará el voto de la oposición. Pero Fran González, del PSOE, y Domingo Villero, de Ciudadanos, también tendrán mucho que decir en lo que ocurra. No está claro el alcance de la candidatura de Vox, que ha optado por su candidata inicial, Ana Peral, después de que sonaran varios nombres de conocidos gaditanos, algunos increíbles.

EL Viernes Santo de Cádiz se recompone. Se fue una cofradía de la parroquia de San Lorenzo (Dolores) y hoy vuelve otra (Descendimiento). De nuevo cuenta con cuatro cofradías (Siete Palabras, Expiración, Descendimiento y Buena Muerte), que en realidad serían cinco si se le añade la de Ecce Mater Tua, que sale a primera hora de la madrugada del Sábado Santo. En esta jornada, en la que se conmemora la muerte de Cristo en la cruz, la Semana Santa gaditana no se podía quedar con un roto ni con un descosido. Es uno de los días esenciales, por su significación litúrgica, aunque llegue cuando el cansancio aprieta y más se nota.

QUIZÁ sea la gran olvidada de la Semana Santa gaditana. Una imagen a la altura de las mejores dolorosas de Cádiz, aunque tallada en el siglo XX. Este año se cumplen 75 de su bendición, que tuvo lugar el 3 de abril de 1944. Puede ser que la Virgen de los Dolores asuma con humildad ser la Madre del Regidor Perpetuo y Señor de Cádiz. En su altar de Santa María, en su procesión del Jueves Santo, se aprecia que Jesús Nazareno atrae todas las devociones, que recibe el amor y las peticiones de sus hijos, que llega al alma de la gente sencilla cuando lo contempla. Pero detrás está su Madre, que lo sigue, y también se merece toda la atención.

EL barrio de San Carlos es uno de los más olvidados de Cádiz. Es otra herencia de los tiempos del esplendor de la ciudad. El ensanche fue promovido por el conde O’Reilly, gobernador en los últimos años del siglo XVIII. Con el tiempo, San Carlos se amplió con espacios ganados al mar. Está en las cercanías del puerto, junto a la punta de San Felipe, custodiado por las murallas y limítrofe con la Alameda. Una zona señorial y marítima. Curiosamente, en una ciudad histórica plagada de templos, su parroquia es la del Rosario, que no se encuentra en el barrio. Pero su cofradía, las Angustias del Caminito, sí que está en el barrio. Todos los años lo recorre en la tarde del Miércoles Santo.