PODRÍAMOS decir que la Clasificación Académica de las Universidades del Mundo (nombre oficial del conocido popularmente como Ranking de Shanghái) es algo así como el Estudio General de Medios para la prensa y la radio. Cada cual lo maneja según le conviene. Las universidades andaluzas lo están utilizando en su provecho, unas con más argumentos que otras. Pero la realidad del ranking mundial de universidades es elocuente: sigue dominado por las de EEUU (las más prestigiosas, las que más suenan) y no hay ninguna española entre las 100 primeras. Para Andalucía, los datos no son buenos, ya que sólo incluyen a dos universidades (Granada y Sevilla) entre las 500 mejores.

DIOS salve al Rey. Porque si espera que lo salve el Gobierno, que le debe respeto institucional, lo tiene difícil. El episodio de la espada de Simón Bolívar ha sido el último esperpento en el festival de comedias de Podemos. Este partido (o lo que sea, pues ni ellos saben lo que son, desde que renunció el gran titiritero) forma parte del Gobierno de Pedro Sánchez, pero se comporta como un partido antisistema de ultraizquierda. Es bochornoso que le reclamasen disculpas a Felipe VI por supuestamente no respetar unos símbolos ajenos, cuando ellos no respetan los símbolos de España, empezando por el Rey, que es el Jefe del Estado al que menosprecian.

DECÍAMOS no ayer, sino el pasado miércoles, que los políticos guapitos han tenido una favorable acogida en las urnas. Desde Adolfo Suárez hasta Pedro Sánchez. ¿Y las políticas guapitas? Pues no, salvo excepciones. Este es un país machista, a pesar de las campañas del Ministerio de Igualdad para que las señoras se dejen los pelos en los sobacos, en vez de fomentar que los señores se los depilen también. En este país, las políticas guapitas duran poco. Ahí ven a Inés Arrimadas. En Ciudadanos sustituyó a Albert Rivera para la reconquista, como si dijeran “vamos a cambiar guapito por guapita”. Empezó bien, pero los conduce al réquiem. Ni ella, ni Begoña Villacís, evitarán el desastre.

NO se le puede negar al PSOE que es el partido más listo de España. Es el partido que más años ha gobernado desde la Transición democrática, que la extrema izquierda todavía considera franquista. Es el partido que más años ha gobernado en la autonomía de Andalucía, concretamente tres años menos de los 40 que permaneció Franco en el poder. Fue el primer partido condenado en un caso de corrupción, el de Filesa, en el que defraudaron 1.200 millones de pesetas (entonces no había euros). Y es el partido que ha inventado un nuevo concepto: el despilfarro del dinero público con honradez. Para justificar la gestión de Manuel Chaves y José Antonio Griñán en el caso de los ERE.

LAS ciencias políticas adelantan una barbaridad. Sin embargo, no en todos los casos adelantan igual. Algunos se han quedado varados en Maquiavelo, otros en Hobbes, estos en Montesquieu, esos en Karl Marx, aquellos en Gramsci, y los indignados en Pablo Iglesias el malo y las campañas esotéricas de Irene Montero. Pero, en la Transición española, se crearon nuevas formas de gestión que los Adanes y Evas posteriores han silenciado. Por ejemplo: el político guapito. Ser guapito de cara es un plus para el político. En España, un presidente guapito puede durar dos legislaturas, o incluso más, mientras que uno feo durará pocos telediarios. Con raras excepciones.