ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

EL 22 de diciembre de 1994 se firmó el acta fundacional de la Asociación de los Reyes Magos de Cádiz. Significa que mañana se cumplen los 25 años de esta entidad. No lo van a celebrar con una procesión extraordinaria, aunque la Cabalgata de los Reyes Magos de 2020 sí va a ser especial, con Alejandro Sanz como representante del rey Melchor, que al parecer ha distorsionado los usos y costumbres. No es el único famoso, ya que también estarán la Niña Pastori, como Estrella, y Antonio Martín, como representante del rey Gaspar. Menos mediático, pero igual de importantes, son el representante de Baltasar, Diego González Torres, y el Cartero Real, José Manuel Caneda. Las bodas de plata de la Asociación bien merecen una gran cabalgata. Pero lo que se merece, por encima de todo, es que la respeten y que conserve la independencia que siempre ha tenido.
A la gente le ha dado en Sevilla por hablar de Cataluña, cuando en Barcelona no se habla para nada de Andalucía. Es lo que antes se denominaba un coñazo, por decirlo claro. Parece como si todo el mundo en general tuviera el doctorado en derecho para opinar con renglones torcidos. Se dice que la Justicia Europea le ha marcado un gol a España, cuando fue el Tribunal Supremo español quien le dio el pase de la muerte, por consultarlo, fastidiando al Tribunal Constitucional, que se ha quedado en fuera de juego. Cuando Pedro Pacheco dijo aquello de que “la Justicia es un cachondeo” fue mucho antes de ver a Puigdemont ejerciendo como fugado y como europarlamentario en Bruselas, con esa sonrisita de conejo. Y esas cosas catalanas tan preocupantes distraen de otras más cercanas.
CON el sombrero en la mano, y con el debido respeto, se debe decir que uno no se explica estas cosas. ¿Por qué el Ministerio de Sanidad informa que chupar las cabezas de las gambas y los langostinos es perjudicial para la salud, precisamente ahora? Ahora es cuando las pescaderías y marisquerías están haciendo su agosto en diciembre, con las ventas para las fiestas navideñas. Ahora es cuando los más afamados autores del Carnaval están en plena ebullición para redondear sus repertorios de cuplés en febrero. Puede pasar que el cuplé de las cabezas de langostinos sea fijo, como el de los cigarrillos electrónicos. En otros tiempos, más machistas, se hubiera cantado que la prima Choni era la que mejor chupaba las cabezas. Pero ahora no se puede decir así, por si acaso.
LA Semana Santa de Sevilla no es como la calle del Infierno de la Feria. Si establecemos esa comparación odiosa, empezamos mal, porque partimos de un concepto equivocado. Incluso desde un punto de vista folklórico, existen sensibles diferencias. A partir de ahí, la decisión de la Hermandad de Jesús Despojado de discurrir en silencio por la calle San Pablo se puede entender como un gesto de apoyo a los niños que padecen autismo. Nada menos, pero nada más. Que una hermandad con música acuerde silenciar a sus bandas, durante un tramo breve del recorrido, no causa mal a nadie, ni perturba su esencia. Por eso, me parece asumible como un detalle solidario. Pero se abre una puerta para otros peligros. El principal es cargarse del todo la espontaneidad y la identidad de la Semana Santa, por culpa de lo políticamente correcto.
EL alcalde de Cádiz, José María González Santos, tiene el problema de que se siente más Kichi que alcalde. Conste que lo entiendo, porque una persona tiene derecho a expresar sus propias opiniones y a pensar lo que considere oportuno. Pero hay cargos que marcan al personaje mientras lo desempeñen. No es lo mismo que un tal Kichi, profesor y ex comparsista, diga que le parece muy bien lo del caso de Zozulya a que lo diga un señor que también es el alcalde de todos los gaditanos. Por eso debe ponderar más sus afanes tuiteros. La Embajada de Ucrania ha pedido respeto para su compatriota. Un alcalde no se puede comportar como un forofo.