CANTABA Lucho Gatica que la distancia es el olvido. Y después lo han cantado muchos más, en diferentes versiones. Pero no hace falta recurrir al bolero para dar el cante.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SEVILLA es una ciudad polarizada en lo futbolístico. La rivalidad entre Sevilla y Betis (o a la inversa) se traslada incluso al cartel de la Cabalgata de los Reyes Magos, obra de Fernando Vaquero. En ese contexto, se ha consolidado la tercera vía del fútbol sevillano: el estadio de La…
PARA la diócesis de Cádiz y Ceuta es una buena noticia que uno de los dos obispos auxiliares de Sevilla, Ramón Darío Valdivia Giménez, haya sido nombrado administrador apostólico. Por dos motivos, principalmente. El primero es que por fin la Santa Sede admite la renuncia que el obispo Rafael Zornoza…

EN las últimas décadas, nadie se ha tomado tanto interés por las torres miradores de Cádiz como Belén González Dorao. Es justo resaltar esa dedicación de la gerente y alma mater de la Torre Tavira. Por supuesto que ella mira por sus intereses y tiene allí un negocio. Esa es otra pena. En Cádiz muchas personas piensan que tener un negocio es malo (a diferencia del siglo XVIII, cuando todo el mundo entendía que era bueno). Ahí tenemos una de las explicaciones de la decadencia de la ciudad. En otra situación estaríamos si en Cádiz hubiera 200 emprendedores con el afán que pone Belén. Yo entiendo que pase algunas temporadas cada año en Cornualles (Reino Unido), desde antes del Brexit. Supongo que le ayudará a desintoxicarse de las paridas típicas gaditanas.
CADA cual tendrá sus ideas, pero yo opino lo siguiente: dos años después, en Cádiz, nadie ha asumido el cambio. Ni los que cambiaron, ni los que han sido cambiados. Aquí tenemos como un vacío, la sensación de que estamos esperando algo, pero nadie sabe qué: que hagan algo diferente, que presenten una moción de censura, que vuelvan los otros, que no vuelva nadie, lo que sea. A Kichi unos le atribuyen todas las maldades y los suyos las supuestas bondades. Pero se mira y no se ve nada. Cádiz siempre está esperando un barco, una parada naval, una regata, el fantasma del Vaporcito de El Puerto… Todo esto empezó hace dos años, el último domingo de mayo de 2015.
POR primera vez en los últimos tiempos, las dos Sevillas han alcanzado un acuerdo en cuestiones de patrimonio, quizá porque hay mucho dinero en juego. El pacto de las Atarazanas, confirmado y alabado por la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, en el Parlamento de Andalucía, va a lograr lo que parecía imposible. Se ha buscado una fórmula asumible por innovadores y conservacionistas para que Vázquez Consuegra finalmente no proyecte lo que planteaba, pero con unos cambios que no tumben del todo su proyecto. Es cierto que el asunto había degenerado hacia unos términos duros y lamentables: o cargarse las Atarazanas por la vía de dejarlas irreconocibles, o cargarse las Atarazanas por la vía del abandono y aquí no se hace nada.
EL Cádiz salvó un punto en un partido histérico. Puede parece un resultado bueno, si se considera que estaba perdiendo por 2-0 y por 3-1. Ante un rival, el Sevilla Atlético, hiper motivado, aunque no se jugaba nada (o eso se supone), ya que con 52 puntos estaban salvados desde antes de empezar. Para el Cádiz fue otra oportunidad perdida de asentarse en los puestos de fase de ascenso. Ayer faltó sentido común en los jugadores, acierto en las decisiones del entrenador, y hasta más entrega y ambición en algunos momentos de este loco partido.
LOS autobuses desde Cádiz a Sevilla son buenos o malos, según las circunstancias. No es lo mismo si ponen autobuses gratis para ver al Cádiz en el estadio Sánchez Pizjuán que si son autobuses gratis para que los cruceristas llegados al puerto se larguen a ver la Giralda. Según los casos, el buen gadita dice: “Está bien”. O sentencia: “Está mal”. Hemos elogiado los 80 autobuses para ir con el Cádiz CF a Sevilla. Pero ¿y si hubieran sido 80 autobuses de cruceristas pirados? Las protestas hubieran provocado alguna marea. O se diría que la culpa era de las terrazas de los hosteleros, que antes daba gloria verlas, pero ahora estorban.