EL Imserso va a suspender los viajes de la temporada 2020-21. No están los tiempos para bromas. No están para que fomenten las excursiones de los mayores, a cargo de las cuentas del Estado, y los acusen de que quieren reducir el número de pensionistas a lo bestia, u otros chistes de humor negro. Así que van a cortar por lo sano. No habrá viajes bonificados para los mayores y punto. Sin embargo, la Junta de Andalucía ha creado un bono turístico, para pagar la factura en un 25% a los andaluces que viajen por su comunidad. Para Sevilla será un mal menor, quizás una minucia. A falta de chinos y americanos, vendrán almerienses o jiennenses. Buenos son para salvar algunos muebles de hoteles que están en peligro.

EN aquellos días, cuando vivíamos confinados, era frecuente leer declaraciones que decían: “De esta pandemia vamos a salir mejor”, Supongo que lo proclamaban a modo de mentira piadosa, por dar ánimos a las criaturas que no podían ir a los colegios aunque quisieran, a los padres que teletrabajaban, a los autónomos que se arruinaban, a los ancianos que vivían con espanto en las residencias, y demás familia. Ha pasado más de medio año desde que empezó el estado de alarma y el encierro, así como quien no quiere la cosa. Y vemos que ha originado cambios en las costumbres. En Sevilla y en el resto de España. Otro ejemplo: el transporte ya no es lo que era.

UNA de las claves para frenar la pandemia del coronavirus en China (donde la consideran liquidada, sin segunda ola) fue la desinfección de los espacios públicos y la limpieza a fondo de las calles. Sorprende que Sevilla esté tan sucia. Más aún por las promesas incumplidas. Ya no se acordarán, pero en noviembre de 2017 (un año y medio antes de las elecciones municipales), el alcalde Juan Espadas presentó una campaña de limpieza de Lipasam. Con un lema que se podía considerar ambicioso, quizás utópico: “¿Hacemos de Sevilla la ciudad más limpia?”. Entonces dijo el alcalde que ese sería el objetivo: “Que Sevilla sea no sólo una ciudad más limpia, sino la ciudad más limpìa”. Incluso lo calificó como “un reto global”. Por lo que se puede suponer que debería ser no sólo la ciudad más limpia de España, sino del globo mundial.

ES curioso que mientras se habla mucho (aunque, lógicamente, sin concretar nada) de la Semana Santa y la Feria de 2021, se trata con más discreción el futuro de la Cabalgata de los Reyes Magos, prevista para casi cuatro meses antes. Están nombrados, en las personas de Salvador Morales, Ricardo Astorga y Monchi. El presidente del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero, ha sido prudente, no se ha precipitado, y ha dejado muy claro que trataría de aprovechar todo lo posible para el siguiente año de 2022. Cuando Dios quiera que hayamos recuperado la verdadera normalidad festiva. Es obvio que ya se puede dar por supuesto que la Cabalgata no va a salir a las calles de Sevilla, aunque la decisión de suspenderla se adopte oficialmente a comienzos de octubre.

PUES sí que iban bien orientados el doctor don Simón y compañía… Se entiende que la Fiscalía de Dolores Delgado no quiera que investiguen las actuaciones del Gobierno de Pedro y Pablo. Empezaron diciendo que las mascarillas no servían para nada, y ahora ya vamos por que pueden crear inmunidad frente al coronavirus. ¡Anda ahí! Siempre dicen lo que interesa, según si hay mascarillas o no en el stock disponible. Pero han llegado para quedarse. Al menos durante una larga temporada. Conozco a personas que dicen: “Yo, aunque me vacune, voy a seguir usando la mascarilla, porque tiene muchas ventajas”. Y más que le vamos a descubrir. Igual que organizan exaltaciones de la saeta o la mantilla podrían organizar la exaltación de la mascarilla, que será igual de típica.