PARECE que fue ayer, pero ha pasado un año. Entonces, cuando Pedro Sánchez le iba a presentar una moción de censura a Mariano Rajoy, todo era diferente. En la Moncloa estaba Mariano, que se creía imbatible. En el Palacio de San Telmo estaba Susana, que se creía imbatible. Lo único que no ha cambiado es que en el Ayuntamiento de Sevilla estaba Juan Espadas, que parece imbatible. Ya veremos el domingo 26 si lo sigue pareciendo. Pero, tanto si sigue el PSOE mandando en el Ayuntamiento, como si vuelve el PP con Ciudadanos de la mano, la realidad es que en la Moncloa se encontrarán a Pedro Sánchez, mientras que en San Telmo está Juanma Moreno.

Y ahora, las elecciones municipales. Se suele decir, con razón, que los resultados de las elecciones generales no son extrapolables a los municipios. El factor personal influye mucho. Sin embargo, dan pistas, claro que sí. Permiten apreciar tendencias. Una de ellas es que en Sevilla puede pasar de todo. Lo normal sería que Juan Espadas mantenga la Alcaldía, pero también se debe añadir que los resultados son mejores para el PP de Beltrán Pérez que en otros municipios de la provincia. En la capital, aunque lejos del PSOE, el PP ha quedado segundo, mientras que en las andaluzas fue cuarto, por detrás de Adelante Andalucía y Ciudadanos. El PP ha recuperado la hegemonía del centro derecha en Sevilla, a pesar de la hecatombe. Esta vez no hubo sorpasso de Ciudadanos, aunque por poco.

EL PSOE consiguió un claro triunfo que permitirá a Pedro Sánchez seguir como presidente durante cuatro años, ya que dispone de varias posibilidades para pactar. Incluso puede cambiar de socios en la legislatura. Por la otra parte, el PP cosechó el mayor fracaso de su historia. Pablo Casado se ha quedado con menos de la mitad de los escaños que tuvo Mariano Rajoy en 2016, cuando ya iba a la baja. La culpa de lo uno y de lo otro es de Vox, cuya presencia es significativa, pero no ha servido para nada. Quiero decir para nada que no sea colocar a los diputados de Vox, y para demostrar que en España no hay espacio político útil para tres partidos de centro y derecha.

EL caso del yihadista que presuntamente quería atentar en Sevilla es sorprendente. Los detalles que se han publicado indican que no sólo era un joven estudiante en apariencia normal, sino que aprovechaba sus contactos en una facultad de la Universidad de Sevilla para crear una célula. Todavía se encontraba en fase embrionaria, según se ha matizado después, y no han encontrado material explosivo. Por lo que parece imposible que pudieran atentar en la Semana Santa pasada. Aún así, habrían contactado con el Estado Islámico. Las masacres de Sri Lanka, ocurridas el Domingo de Resurrección, aunque en otras circunstancias y con otros protagonistas, confirman que no se puede bajar la guardia.

LA Semana Santa de 2020 no se abordará hasta después de las elecciones municipales. Habrá cambios sustanciales en algunos días. No sólo de unos minutos de más o de menos, sino del orden de las cofradías. El modelo del Martes Santo de 2019 se intenta extender al resto de los días, pero en todos los casos (también en el Martes) con consenso y diálogo, aprovechando que hay tiempo. Esa es la intención del Consejo que preside Francisco Vélez. Pero también lo ha dicho públicamente el delegado de Fiestas Mayores y Seguridad, Juan Carlos Cabrera. En el Cecop están convencidos de que los cambios son imprescindibles.