EL caso del yihadista que presuntamente quería atentar en Sevilla es sorprendente. Los detalles que se han publicado indican que no sólo era un joven estudiante en apariencia normal, sino que aprovechaba sus contactos en una facultad de la Universidad de Sevilla para crear una célula. Todavía se encontraba en fase embrionaria, según se ha matizado después, y no han encontrado material explosivo. Por lo que parece imposible que pudieran atentar en la Semana Santa pasada. Aún así, habrían contactado con el Estado Islámico. Las masacres de Sri Lanka, ocurridas el Domingo de Resurrección, aunque en otras circunstancias y con otros protagonistas, confirman que no se puede bajar la guardia.

LA Semana Santa de 2020 no se abordará hasta después de las elecciones municipales. Habrá cambios sustanciales en algunos días. No sólo de unos minutos de más o de menos, sino del orden de las cofradías. El modelo del Martes Santo de 2019 se intenta extender al resto de los días, pero en todos los casos (también en el Martes) con consenso y diálogo, aprovechando que hay tiempo. Esa es la intención del Consejo que preside Francisco Vélez. Pero también lo ha dicho públicamente el delegado de Fiestas Mayores y Seguridad, Juan Carlos Cabrera. En el Cecop están convencidos de que los cambios son imprescindibles.

HASTA que se ha publicado oficialmente, ha sido un enigma. Sólo confirmaron que estaría encabezada por Álvaro Pimentel. La lista de Ciudadanos es muy importante para el futuro municipal de Sevilla. Con ellos intentará pactar el PP de Beltrán Pérez para conseguir una mayoría alternativa y superar a la izquierda. Pero puede ser que el PSOE de Juan Espadas también busque el apoyo de Ciudadanos, aunque sea puntual, para gobernar en minoría mayoritaria. Dependerá de los resultados. También de lo que consiga Adelante Sevilla (nombre con el que se presentan Unidas Podemos), así como Vox, que es otra incógnita. La lista de Ciudadanos confirma que no encontraron su Manuel Valls sevillano.

LAS protestas deben ser justas y necesarias. Además deben tener una motivación coherente. Los taxistas han perdido la unidad y en algunos casos las maneras. Ayer se vio, una vez más, con el conflicto de tráfico que montó la asociación Elite, a la que al parecer se sumaron unos 800 taxistas, entre ellos algunos procedentes de otras ciudades andaluzas. Una protesta que perjudicó el tráfico en la Ronda Histórica y la Cartuja no puede durar cuatro horas. Origina el fin contrario al deseado. Nadie lo entiende. Parece desproporcionado y provoca antipatías. No es la mejor forma de buscar apoyos en este conflicto.

A  pesar de los agoreros que le pondrán pegas, los cofrades de la Madrugada están bastante satisfechos con lo ocurrido este año. Era una prueba de fuego, con elecciones generales a poco más de una semana, y con un ambiente enrarecido por los precedentes y las medidas de seguridad. Se añadieron dos imprevistos: la detención del yihadista presuntamente embrionario y la granizada de la tarde del Jueves Santo. A pesar de todo, a las calles sevillanas salieron unas 25.000 personas más que en la Madrugada del año anterior, según los conteos de Juan Carlos Cabrera, que tenía vídeovigilancia repartida por los lugares estratégicos. Y lo mejor es que no hubo ningún incidente lamentable.