HEMOS leído en la prensa (o sea, en el Diario) que este verano no van a funcionar los lavapiés ni las duchas en las playas de Cádiz, según ha confirmado…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
UNO de los problemas del Cádiz contemporáneo es que no apuestan por los grandes eventos. Pasa con todo. Las actuaciones musicales del verano gaditano de 2019 están entre las más flojas de los últimos 50 años. Esta semana, del 15 al 17, organizan el festival No sin Música en el muelle. Sin menoscabo de las actuaciones previstas, el programa es inferior al del Concert Music Festival de Chiclana, o al Tío Pepe Festival de Jerez. No sólo pasa con la música. Otro ejemplo de evento con prestigio perdido: el Trofeo Carranza de este año, que se comenta por su propio cartel. Siempre nos quedarán las playas y los bares. Y la batalla de coplas…
UNA vez más se ha visto que en Sevilla algunos proyectos los plantean al revés. Me refiero a la petición del alcalde, Juan Espadas, para que sea construida una estación de tren de Cercanías en Palmas Altas. Eso lo debió solicitar el Ayuntamiento hace unos años, como condición sine qua non para permitir la construcción del mayor centro comercial de Andalucía y de un barrio residencial con 2.870 viviendas. La petición del alcalde forma parte de la serie El mundo sevillano al revés, donde primero se crea el problema y después se busca la solución. Cuando lo deseable es lo contrario: ser previsores y coherentes, tener soluciones para los problemas.
EL Cádiz se impuso al Málaga por 1-0 en su partido de presentación, con apuros. Fue como en otros tiempos, cuando jugaba en las vísperas del Trofeo, en la copa que patrocinaba Cruzcampo. Estos partidos amistosos no suelen revelar las intenciones de los entrenadores. Pero el sábado en Carranza quedaron algunas cosas claras. Faltan refuerzos importantes, sobre todo para el ataque y los extremos, incluso para el lateral izquierdo. Y sobran varios jugadores. La alineación inicial se podría asemejar bastante a la que inicie la Liga el próximo domingo ante la Ponferradina. Ya se sabe que Álvaro Cervera no es partidario de incluir, de inmediato, a los recién llegados.
EL retraso de Pedro Sánchez en el despacho con el rey Felipe VI no fue una simple anécdota. Es un símbolo del retraso de España. Un país que no sabemos si sufre un retraso de dirigentes, pero sí de relojes. El presidente del Gobierno se pudo imaginar que el Rey no estaba en Baleares, sino en Canarias. Hubiera sido una excusa tan tonta como la que dio: no pudo llegar a tiempo porque se había reunido con la patronal de Turismo e Industria, y salió tarde de Madrid. El retraso de 50 minutos confirma la mentalidad narcisista de Pedro Sánchez, que considera su tiempo más importante que el del Rey. Supondría que Felipe VI, como estaba de vacaciones en el palacio de Marivent, tenía todo el día para esperarlo. A él, que estaba ocupadísimo, pidiendo consejos para hacer un programa de Gobierno participativo.
LA inmigración es un problema en Cádiz, Andalucía, España, Europa y la Humanidad por la falta de realismo con la que se aborda. Se utiliza la demagogia por todas partes. De un lado, para pedir una política de puertas abiertas y sin fronteras que es irrealizable en estos momentos. De otro, para considerar como potenciales delincuentes, violadores y hasta terroristas a los que llegan, cuando en la gran mayoría de los casos vienen para buscar un futuro mejor. Entre las ideas populistas de Unidas Podemos, por un lado, y de Vox, por el otro, existe una gama intermedia donde hay que encontrar soluciones. Pasan, inexcusablemente, por acabar con las mafias que controlan la inmigración. Es un negocio. Las víctimas, los explotados, son los inmigrantes. Y los explotadores son quienes viven de eso.