ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

SE nota que Manuel Vizcaíno, aunque sea sevillano, se va enterando de cómo es Cádiz. Ha esperado a que pase el domingo de Piñata para confirmar que un inversor norteamericano, de cuyo nombre no quiero acordarme, ha comprado un paquete minoritario de acciones del Cádiz CF, para contribuir a su expansión. De este modo, Vizcaíno se ha ahorrado que metieran al norteamericano en los repertorios del Carnaval, tanto los del COAC, como los ilegales callejeros. Todo el mundo le hubiera dedicado un cuplé a este Míster Marshall, bienvenido a Carranza. Un nombre que luce ese estadio, con permiso de Martín Vila, que está más ocupado con eliminar la memoria de Pemán.
AL mencionar las masas a la sevillana no me refiero a los calentitos, que están evolucionando hacia el modo churros madrileños de San Ginés, sino a la tendencia masiva que existe en la ciudad. Aquí todo lo que no provoque una bulla/masa se considera triste, que no es lo mismo que serio, como se recuerda en las cofradías de negro. Triste sería que se cargaran la Semana Santa de este año. Y no me refiero a prohibir las procesiones a causa del coronavirus, que gracias a Dios todavía no ha provocado ninguna muerte en Sevilla, sino a que la gente de Madrid y de más lejos se acongoje y no venga; o muchos sevillanos no salgan y la vean por televisión, como si fueran enfermos e impedidos. Es decir, ampliar el fenómeno miedoso de la Madrugada al resto de los días. Sólo faltaría que el teniente de alcalde Cabrera extienda la ley seca.
EL pasado 4 de octubre de 2019 publiqué un artículo en esta misma sección, titulado Frenazo al velocípedo, donde comentaba que el proyecto previsto en la Zona Franca estaba de réquiem y visto para sentencia. Asimismo recordaba que esta iniciativa de Torrot seguía la estela de otros proyectos que prometen a bombo y platillo, pero después los ralentizan y a veces ni siquiera son inaugurados. El modus operandi es conocido en Cádiz, y aún más en la Zona Franca. En situaciones extremas se ha llegado a casos tan bochornosos como el de Bahía de Cádiz Competitiva, que sigue pendiente de los tribunales, pero del que se habla poco porque no le interesa al PSOE, y al parecer tampoco al PP.
LAS protestas que organizaron los agricultores la semana pasada en Sevilla han sido simbólicas. Cortaron las cuatro autovías de acceso. Con su actitud establecieron una frontera alegórica entre la Sevilla urbana y la rural. Puede que esa sea la madre de todas las batallas agrarias. La culpa no es sólo de los hipermercados ni de los distribuidores. La culpa no es sólo del Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos, que basa el conflicto en repartir subsidios mejorados, aplicando la receta que mejor conocen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias: chupar de la teta del Estado, en vez de ordeñar la vaca. Sin embargo, puede que en el fondo del asunto esté el divorcio entre el campo y la ciudad, que tanto se nota en una Sevilla cada vez más urbana y menos agraria.
NO se puede afirmar que Juan Manuel Moreno Bonilla sea el Rafael Escuredo del siglo XXI, pero presenta leves similitudes. En el día de Andalucía, cuando se cumplían los 40 años del referéndum del 28-F, el presidente de la Junta pronunció un discurso que ha llamado la atención. Profundizó en algunas de sus intervenciones anteriores, y abogó claramente por “un nuevo andalucismo”, que sea moderno, constitucionalista y a la altura del siglo XXI. Se le vio disfrutando con su discurso, en el que presentó con nitidez su propuesta autónoma y diferenciada, eso que se empezó llamando el modelo andaluz, tras el pacto con Ciudadanos (con Vox en la sombra, no se olvide) y que ahora se denomina el nuevo andalucismo.