LOS fastos y fiestas del Corpus no comenzaron en los tiempos de Franco. Algunos creen (o eso dicen) que es un invento del nacionalcatolicismo de la posguerra. Sin embargo, en…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele decir que Sevilla, Toledo y Granada tienen las tres celebraciones del Corpus Christi más importantes de España. En las tres ciudades, por cierto, se mantiene la procesión en jueves, que es día festivo local. No tiene sentido entrar en comparaciones. Pero posiblemente el Corpus de Sevilla es el…
HASTA el portavoz de los obispos ha pedido que convoque elecciones. En la Moncloa se han enfadado. ¿No decían que León XIV es progresista? ¿Y los obispos son de ultraderecha? España sigue siendo un país católico. Menos, pero lo sigue siendo. Si creemos las encuestas del CIS, que son materia…
EN la política española, estamos en un momento apasionante. No por esa moción de censura que ha presentado Pablo Iglesias para perder el tiempo, sino porque hay un ambiente preelectoral que da miedo. A unos y a otros se les puede ocurrir forzar unas elecciones generales para 2018. Después de la nueva política, entramos en el tiempo de los novísimos políticos, que son los mismos que vienen liando el guirigay desde 2015: Rajoy, Rivera, Sánchez e Iglesias. Lo malo, para ellos, es que se terminó el tiempo de los solistas con mayorías absolutas. Para gobernar se necesita un dúo lo más dinámico posible. Pues, entre estos cuatro, montar un trío parece imposible.
SI ustedes no han visto todavía la exposición del Tricentenario, ubicada en la Diputación, vayan a verla. Con estas exposiciones casi siempre pasa lo mismo. Al día siguiente de la clausura, muchos se lamentan de que no pudieron verla. Así que mejor pronto que tarde. Coincidí con Fran González, el diputado del Tricentenario, algunos días después de ocurrir lo de Pedro y el lobo, y me preguntó al respecto. No por el PSOE, sino por la exposición. Yo le respondí que bien, pues me consta que está montada con ilusión, y además incluye documentos y piezas notables para conocer mejor el Cádiz del esplendor. Quizá lo peor es la ubicación. El edificio de la Diputación cumplió las funciones de Aduana en aquellos tiempos, pero el claustro no cuenta con las mejores calidades expositivas para mostrar ese material.
CON más intensidad que brillantez, como en otros partidos, el Cádiz se reencontró con la victoria cuando más lo necesitaba. En Carranza consiguió el segundo objetivo de la temporada: disputar las eliminatorias de ascenso a Primera División. Tiene mérito, porque al principio no era esa la meta. Como se vio ante el Elche, entre los que pelean por arriba y por abajo no existen diferencias abrumadoras. Sin embargo, los refuerzos de invierno se plantearon para pelear al máximo. La aportación de Aketxe, en las jugadas a balón parado, ha sido determinante.
ESA ciudad llamada Cádiz tiene en sus entrañas el espíritu de la contradicción. Donde hay un gaditano (o una gaditana), en realidad hay dos. Igual que existe el lado claro y el lado oscuro. El mismo Kichi, cuyo segundo apellido es Santos, le puede decir sí o no a un santo, depende. Y lo mismo ha pasado con la hostelería. Es una industria potente. Recuerden que antes sólo se hablaba de los astilleros, que hoy toca manifestación, que la Bahía se muere, ¡ay! Pero ahora se diría que en Cádiz sólo viven camareros. Antonio de María se mete en todos los fregados, a veces sin comerlo ni beberlo, a veces sin manchar un plato. De modo que aquí no se mueve nada sin preguntar si es bueno, o es malo para la hostelería. Martín Vila es el único que no se entera, y le ha dado por suprimir veladores, y Fran González lo llama Pancho.
DESDE que empezamos los tiempos de la nueva política, se aprecia un odio enconado contra todo lo que huela al Rocío. Lo mismo vale para los bueyes, las mulas, las carretas y carriolas, los itinerarios de los caminos, las basuras, los cortes de tráfico, o las juergas en alguna casa de hermandad. Si es rociero, es malo por definición. Hay personas intolerantes a la lactosa, e intolerantes al Rocío con muy mala leche. No es sólo que se quieran cargar todo lo que tenga un origen religioso tradicional, sino que les molesta todo lo que tenga un origen simplemente tradicional. Les solivianta igual Morante de la Puebla que los romeros de la Puebla, les inquieta todo lo que se acompañe de la palabra Macarena y no sea una actividad laica del distrito.