SER gaditano de nacimiento es lo peor que te puede pasar para tener un reconocimiento en Cádiz. Desde que fue restaurada la democracia, todavía ninguno de los que han ejercido…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
SE suele recordar que la Feria de Sevilla fue ideada por un catalán, Narciso Bonaplata, y un vasco, José María Ybarra. Por supuesto, no eran un catalán y un vasco independentistas, ni la Feria ganadera de 1847, con sus 19 casetas en el Prado, era como la de 2024. Sin…
FALTAN siete días para las elecciones en el País Vasco. Los de EH Bildu sueñan con ganar. Sería su primera vez. ¿Pasearán en gabarra? El mejor padrino para botarla sería Pedro Sánchez, que tanto les ha ayudado, hasta el punto de que ya pocos se acuerdan de que son los…
AUNQUE una parte de los gaditanos no se lo crea, en Cádiz la cultura es mucho más que el Carnaval. O lo debería ser. Sin embargo, en la ciudad no se ha conseguido crear una buena promoción cultural para atraer un turismo específico. A pesar de contar con festivales de primer nivel en varias artes. Un ejemplo lo tenemos estos días, con el XX Festival de Música Española, que empezó el 11 de noviembre y se prolongará hasta el próximo domingo, día 27. Cuenta con una programación musical atractiva para melómanos no sólo de Cádiz, sino también de fuera. Pero no se ha promocionado con el suficiente énfasis, ni se ha convertido en lo que debería ser: un aliciente para el turismo cultural.
ERAMOS pocos (apenas 8.000 millones de seres humanos) y, de repente, parió la abuela Fifa un Mundial en Qatar. Será el más impresentable de la historia. Un ejemplo de cómo funciona el mundo en estos tiempos del calentamiento global. Se mire por donde se mire, todo lo que se encuentra es chungo. Empezando por la designación, para la que sobornaron votos por la cara y no pasó nada. Después llegaron las acusaciones por las muertes de trabajadores en las obras, que carecían de las normas básicas de seguridad. Los difuntos eran parias de la India profunda y Bangla Desh, huidos de Afganistán y gente así. Después llegaron quejas porque la homosexualidad está prohibida en Qatar. Y porque a las mujeres no les preguntan si es sí, o si es no. Y, para rematarlo, los hooligans quieren ir a los mundiales a emborracharse y no pueden.
EN Cádiz lo peor que le puede pasar a un ente viviente es ser humano. Es mucho mejor ser vegetal, animal, cosa o extraterrestre. Esto ha quedado de manifiesto en los últimos tiempos del kichismo. Y la guinda del pastel ha sido el cartel del Carnaval de 2023. El autor, Fabio Castro, escoltado en la presentación por los concejales Paco Cano y Lola Cazalilla, proclamó: “Este éxito se lo dedico a los animales, los árboles y los seres vivos no humanos de Cádiz”. Y se quedó tan pancho, aunque ha servido para el cachondeo. La gente no recuerda que en los coros han salido ‘Los marcianos’ y ‘Los bichitos de luz’, en las comparsas ‘Los gatos callejeros’ o ‘Calabazas’, en las chirigotas las frutas de ‘Ricas y maduras’, o ‘Los encantadores de perros’. Y así podríamos seguir poniendo ejemplos. En el Carnaval ha salido todo, incluso seres humanos, que son los que mayormente cantan.
LA guerra no ha terminado. O eso parece. Han pasado dos semanas desde que los restos mortales de los generales Queipo de Llano y Bohórquez fueron desalojados de la basílica de la Macarena. A los que estuvieron incordiando, durante varios años, para que salieran de allí, y a los que esperaban que se quedaran hasta el juicio final, les parece mentira, pero es verdad. Por consiguiente, la basílica de la Macarena ya no tiene nada que ver con la Ley de Memoria Democrática. La basílica debe ser visitada y considerada únicamente como lo que es: un lugar de culto religioso, donde se venera a la Esperanza, una de las imágenes religiosas de más universal devoción, así como al Señor de la Sentencia, la Virgen del Rosario, etcétera. Merece respeto.
SI Molière hubiera sido gaditano, y hubiera vivido en el siglo XXI, quizás hubiera escrito una comedia titulada El alcalde a palos. Su argumento podría ser parecido al de El médico a palos, de la que fue autor; aunque su título original en francés era Le médecin malgré lui (El médico a su pesar). En esta obra, se muestran el fingimiento y las dobles personalidades para aparentar lo que no se es, aunque suceda por miedo a los palos y el castigo que va a recibir el falso médico. En Cádiz está pasando lo mismo con los candidatos a la Alcaldía. Sólo por las presiones, y por el temor de que los apaleen (políticamente hablando), van a nombrar a los candidatos de los partidos tradicionales. Pues los que han salido como aspirantes van por libre, quizás en busca de la notoriedad que perdieron.