EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
ALGUNOS pensarán: este hombre está contento porque Teresa Rodríguez se retira de la política y volverá a dar clases en un instituto de Puerto Real. Aunque es una retirada parcial, porque seguirá como portavoz de Adelante Andalucía, o eso pretende. Pues no, no me alegro de que se retire. Al revés: considero que debería haber seguido en la política activa. Los hay peores que ella. Es una mujer progresista, a la que quizá le ha perjudicado ser una mujer, aunque al principio la benefició. Y creo que nunca ha sido valorada como la que realmente es: la principal referencia de la extrema izquierda gaditana, incluso por encima de su pareja, el alcalde de Cádiz, José María González Kichi.
LOS políticos tienen mala memoria histórica, por muchas leyes para la discordia que aprueben. Ahora se dice que hay dos PSOE: el de Pedro Sánchez y el de Emiliano García-Page y Lambán. En realidad, siempre han existido dos PSOE; menos en la Segunda República, cuando había tres; y durante el franquismo, cuando había uno, pero parecía que no hubiera ninguno. En 1974, se celebró el congreso de Suresnes, donde nació el felipismo. Después llegó el glorioso triunfo de 1982, cuyos 40 años de paz se han celebrado recientemente, por todo lo alto. Pero en el siglo XXI, se quemó la tortilla del felipismo, y volvió la divergencia.
DECÍAMOS no ayer, sino el viernes pasado, que en Cádiz se repite lo mismo de generación en generación, pero se presenta como si fuera nuevo. ¿Y qué me dicen de la lluvia? En la dura posguerra española, los periódicos publicaban noticias cíclicas sobre la pertinaz sequía que asolaba al país. A Franco se le atribuye que su principal afición, en las obras públicas, era construir embalses. Al franquismo se le debe criticar por su propia esencia dictatorial, pero no por los pantanos, como se le tiende a ridiculizar. Es lastimoso que en la democracia, incluso con gobiernos del PSOE, hayan construido pocos embalses, que no son de izquierdas ni de derechas. Si Grazalema es uno de los lugares de España con más pluviosidad, en Cádiz nunca deberíamos estar a pique del repique con las restricciones.
POR razones difíciles de entender, las galerías de arte no suelen gozar de la misma consideración que otras actividades culturales. Supongo que influyen sus fines comerciales, ya que venden obras artísticas. Si no se vendieran, difícilmente existirían los artistas, que también son criaturitas de Dios. Pero, como predomina la teoría de que la cultura debe estar subvencionada desde los poderes públicos, las actividades privadas se observan con cierta prevención. Es muy injusto. En estos días de Adviento, con viento y lluvias, hay dos exposiciones destacables en dos galerías: la de Carmen Laffón en Rafael Ortiz y la de Carmen Bustamante en Magdalena Haurie.
TIENE razón el candidato del PSOE a la Alcaldía de Cádiz, Óscar Torres, cuando afirma que las próximas elecciones municipales son las más inciertas de los últimos 28 años. Desde que volvió la democracia a los ayuntamientos, en Cádiz se han registrado dos cambios de ciclo. En 1995, se puso fin al ciclo del PSOE, después de que Carlos Díaz dejó de ser candidato, y comenzó el del PP con Teófila Martínez. Veinte años después, en 2015, el desgaste pasó factura a la alcaldesa, que no pudo revalidar sus mayorías absolutas; y así entró José María González, más conocido como Kichi, con el apoyo de todas las fuerzas de las izquierdas (incluido el PSOE, cuyos votos han sido decisivos). Al no presentarse Kichi, se abre un escenario incierto, huele a cambio de ciclo. Pero huele mal, porque los candidatos que se conocen son de perfiles bajos en sus partidos. Y eso no provoca entusiasmo, sino perplejidad.