LA intención de crear un partido provincial en Cádiz para las elecciones autonómicas ha sido acogida con escepticismo. Es normal, porque ese partido está impulsado por el alcalde de La…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
CON motivo de la Misión de la Esperanza de Triana en el Polígono Sur, se ha recordado a los vecinos que salieron de sus barrios hacia los polígonos construidos durante los años del franquismo. Concretamente, que llegaron muchos trianeros, entre ellos los gitanos de las cavas, al Polígono Sur, con…
ESTE país, quizás el más progresista del mundo (con permiso de Venezuela), es la locomotora económica de Occidente. Tiene la mayor subida del PIB; batimos el récord de empleo y de parados a la vez, y es el único de la OTAN que no puede llegar al 5% en gastos…

PARA entender un poco la realidad de Cataluña, que en el resto de España está tergiversada, nos ayudan las cuentas electorales. Es decir, la evolución de los resultados en las últimas elecciones. Entre el referéndum ilegal que montó Puigdemont el 1 de octubre de 2017 y la convocatoria de hoy, los catalanes han pasado dos veces por las urnas para votar en autonómicas: el 21 de diciembre de 2017 y el 14 de febrero de 2021. En ambas ocasiones, los resultados de Junts fueron parecidos (34 y 32 escaños) y los de ERC también (32 y 33 escaños). Con lo cual se ve que el independentismo sigue como estaba, y no crece, y tampoco subirá hoy, probablemente. Pero hay un caso acongojante: Ciudadanos consiguió 36 escaños en 2017, que se redujeron a 6 en 2021. Y hoy se quedarán fuera del Parlamento de Cataluña, excepto que ocurra un milagro.
A muchos gaditanos y gaditanas les importa poco que se pierdan dos o tres hoteles por el camino de la burocracia. Pero se formaría la marimorena si se perdiera una bandera azul de nuestras playas. Eso lo debe tener claro el alcalde Bruno, como así sucede con sus compañeros munícipes del litoral gaditano. Por eso, es una buena noticia que hayan mantenido 30 banderas azules en la costa provincial, aunque se quedan como estaban, con la excepción de Tres Piedras en Chipiona, que ha perdido su bandera, como se perdió el barco del arroz. En la capital gaditana no se ha perdido ninguna, se han mantenido las cuatro; Cortadura, La Victoria, Santa María del Mar y La Caleta. Se han mantenido, de momento, pues ya veremos el año que viene.
SEVILLA fue la clave para la renovación del PSOE. En Suresnes 74 empezó todo, cuando el compañero Isidoro salió a hombros como el mesías del futuro. Entonces se dijo lo mismo que dicen ahora los sanchistas: que los viejos estaban chocheando. Los jovencitos renovadores se quedaron con las siglas del partido y los viejos se conformaron con reagruparse en lo que se denominó el PSOE Histórico. Con el tiempo, los históricos se fueron jubilando, y se sentaron alrededor de la mesa camilla a contar sus batallitas, que se remontaban a la Guerra Civil, donde tuvieron poca participación. Volvieron del exilio para nada.
LA ciudad de Cádiz es como es. No tiene terrenos para agricultura, y limita su industria a la ya existente, con el Puerto (que va a ampliar su terminal de contenedores) y los astilleros (ahora especializados en reparaciones), además de la Zona Franca, que sirve para lo que sirve, y para algunas cosas que en otras ciudades se ubican en las periferias, y que no son totalmente industriales, como supermercados, gasolineras o tanatorios. Todo aporta empleo, es verdad. No obstante, la ciudad de Cádiz, por sus especiales características, su historia, su patrimonio artístico y sus playas, debe entender que el turismo es su principal fuente de riqueza. Y no entenderlo es propio de ingenuos, por no decir de idiotas.
GRACIAS a que la Feria empezó y terminó en abril, el mes de mayo puede lucir este año su peculiar identidad. Mayo es el mes donde se cruzan los caminos del año. En mayo mueren los últimos fríos del invierno y aparecen los primeros calores tórridos del verano. Mayo es la consagración de la primavera, y en Sevilla avanza como una esperanza efímera, que se dibuja en los atardeceres y se desvanece en las madrugadas. Mayo es un mes donde las tradiciones sevillanas se dan la mano y se cruzan en los caminos eternos de la ciudad, momentos idílicos que se rescatan de los sueños. Aunque, para eso, mayo se debe parecer a mayo.