TRES torres y seis cofradías hay en mi barrio de Santa María. Esto lo podría decir un pregonero y colaría. Porque el barrio tiene las torres de la Merced, Santo…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
LA Madrugada de la Semana Santa de Sevilla es el territorio de los abruptos contrastes. Según las estadísticas, es la jornada con mayor número de nazarenos cumpliendo estación de penitencia y es la jornada con menos público en las calles del casco antiguo viendo las procesiones. Es también la jornada…
LA Semana Santa ofrece 8 días de oro para el turismo, y no sólo el religioso. En Andalucía se celebra como ya sabemos, pero hay de todo. Miles de personas entran y salen de las ciudades estos días. Oigan, ¿pero el turismo es bueno o malo? Es la principal fuente…
ES lamentable que el Cádiz haya cerrado la temporada con tres derrotas en tres partidos. Ha subido a Primera por sus méritos anteriores, pero también por los deméritos de los rivales. Ha tirado a la basura el título de campeón, después de haber sido líderes durante 38 de las 42 jornadas. Le bastaba con conseguir un punto en los tres últimos partidos. Han cometido anormalidades. Ante el Fuenlabrada, el Girona y el Albacete le han pitado tres gilipenaltis por manos en jugadas sin peligro. Ayer volvió a perder tras demostrar que son alérgicos al levante.
EL monumento de las Cortes debería ser un icono para Cádiz. No es el más bonito de la ciudad, pero sí representa un momento cumbre de su historia, cuando fue la capital de España. Y también la puerta de entrada de las libertades con la primera Constitución. Políticos que se las daban de liberales, como Albert Rivera, convirtieron este monumento en un referente sagrado para sus actos electorales. Venía en peregrinación, como se va a Santiago de Compostela para abrazar al Apóstol. Bueno, todo eso era antes del coronavirus. Ahora el Ayuntamiento admite que el monumento de las Cortes necesita una restauración. Y están buscando la colaboración de la Junta y el Gobierno. Con plantones y detalles finos por medio.
PASADAS las primeras euforias del desconfinamiento, están proliferando indicios perturbadores. En Barcelona y Zaragoza hay un nuevo confinamiento, no obligado sino recomendado. El fantasma de la segunda ola parece que se acerca. Juan Marín tampoco ha sido demasiado optimista en Andalucía, y no dice ni que sí ni que no para el futuro. Las mascarillas obligatorias son como el muñidor de la Mortaja, que va avisando de lo que viene detrás. Y la gente se va preparando, con miedo a lo que está por venir. No se olvida que los tiempos del confinamiento fueron muy duros. La gente salió a las calles de Sevilla por fases, como si recuperásemos las libertades con cuentagotas. Las franjas horarias, que pasaron a la historia. No podías besar, ni abrazar a los amigos, pero sí dar codazos.
PODEMOS entender que los partidos no dicen lo mismo cuando están en el poder o en la oposición. Podemos entender que para un partido como el PSOE de Andalucía, que ha gobernado aquí tantos años, el momento es de duda existencial. Particularmente, porque un político puede estar en la oposición para llegar al poder (como le pasó al mismísimo Pedro Sánchez, o antes a Rajoy y Zapatero; y en Andalucía a Juanma Moreno), pero pasar del poder a la oposición es duro y se hace cuesta arriba. Porque existe un pasado. Por eso sorprende la oposición de Susana Díaz a la Junta en la crisis del coronavirus. Un ejemplo: ha pedido que repartan mascarillas gratis en Andalucía.
EL Carnaval se escapó del coronavirus por los pelos de la bruja Piti. Si el doctor Simón llega a enterarse de que la pandemia ya existía dos semanas antes, aparte de no permitir las manifestaciones del 8-M, se hubieran cargado el Carnaval en la calle. Pero no vamos a especular con el pasado. Ahora el gran problema filosófico lo tenemos con el Carnaval de 2021. Las asociaciones de autores, comparsistas, los patronatos y demás entidades que velan por la idoneidad de esta singular fiesta, tienen un plan A, un plan B y algunos planes más, con el objetivo de que el Carnaval de 2021 se pueda celebrar. ¿Qué sería de Cádiz sin su Carnaval? Es inimaginable.