POR terminar la serie sobre las margaritas municipales gaditanas, hoy le toca el turno al PSOE. Aunque es un asunto ya tratado, que carece de novedades y que se deja correr, a la espera del momento oportuno de anunciarlo, que aún tardará. Desde que se fue Carlos Díaz de la Alcaldía (o le ayudaron a irse) el PSOE ha tenido un problema grave con su candidato en Cádiz. A priori, en los tiempos de Teófila, el mejor era Rafael Román, que se presentó tras ser presidente de la Diputación. Pero se enfrentó en el momento más heavy de la alcaldesa, con el soterramiento fresquito, y le tocó ser líder de la oposición municipal, que no era el sueño de su vida.

EN Ciudadanos también deshojan la margarita gaditana. Se habla del candidato municipal del PP, que es una incógnita pendiente de la ex alcaldesa Teófila; y del candidato de Podemos, que será el alcalde Kichi. Incluso de las dudas del PSOE. Sin embargo, es muy probable que la llave de la gobernabilidad en Cádiz la consiga Ciudadanos. Dependerá de quien encabece su lista. Con un candidato de perfil bajo se limitarían a un papel secundario, como muleta del PP o incluso del PSOE. Sin embargo, con un candidato bueno (suponiendo que exista), tendrán posibilidades de dar una sorpresa. Incluso una gran sorpresa, o un sorpresón.

ES la pregunta del millón: ¿quién será la candidata o el candidato del PP a la Alcaldía de Cádiz para las elecciones municipales de 2019? Todavía es una incógnita, aunque se esperaba que lo anunciaran en enero; y el plazo va por abril. El PP gobernó en Cádiz 20 años con Teófila Martínez, que volvió a ser la más votada en 2015, ya sin mayoría absoluta. Por ello, el candidato o la candidata del PP serán de mucha relevancia. Tanta que el PSOE y Ciudadanos también están esperando, posiblemente hasta ver a quién tienen enfrente. Se ha dado por supuesto que Podemos mantendrá a José María González, si no hay sorpresa. Pero estas elecciones se jugarán a cuatro. No tienen nada que ver con lo que hemos conocido hasta ahora.

ES una obviedad que Teresa rima con lideresa y con alcaldesa. La señora Rodríguez-Rubio ha preferido lo primero a lo segundo. Optó por una carrera política de incierto futuro (en la que ha sido cuestionada incluso por su portavoz adjunta Carmen Lizárraga), antes que aspirar a la Alcaldía de Cádiz, un sillón en el que finalmente acabó su amado José María González. Estoy convencido de que ella hubiera sido mejor alcaldesa que él. Peor resultaría bastante difícil, ni queriendo. Y además se le intuye a Teresa que lo asumiría con más tino y entusiasmo, porque se lo hubiera creído. Sus asesores la podrían presentar como la antítesis de Teófila: esto es, la alcaldesa de la nueva política.

ATENCIÓN a las obras que van a comenzar en el Paseo Marítimo de Cádiz. Es un lugar de alto riesgo. Siempre que empiezan unas obras entra la duda: se puede dejar mejor, o peor. En este caso todavía no ha quedado claro. Se ha puesto como excusa el carril bici, que por fin van a construir, tras una década de promesas incumplidas. Sin embargo, un Paseo Marítimo es mucho más que un carril bici. Por allí no sólo pasan ciclistas, sino también tráfico privado y público, así como corredores de running, peatones que pasean y bañistas en verano. Todos tienen sus derechos legítimos, sin que se pueda beneficiar a unos en contra de otros.