EL comienzo de la campaña electoral coincide con la noche de Halloween. Ya no saben qué inventar para cargarse los Tosantos. Sobre esta fiesta tan gaditana escribió un artículo antológico José María Pemán (que adquirió fama mayormente por eso, por escribir), por lo que quizás hayan llegado a la conclusión de que es un invento de Franco. Pero como los Tosantos no pueden ser paseados en helicóptero, el lunes organizaron la fiesta de los mercados. Montaron, siguiendo la costumbre, los disfraces en los puestos, con esa sal y pimienta tan gadita y carnavalera. Y hoy si te he visto no me acuerdo. Los Tosantos se quedan para comprar huesos de santos en las pastelerías, y nueces y castañas en las barracas.

EL turismo de invierno es una asignatura pendiente en Cádiz. Recientemente se publicó que la quiebra de Thomas Cook ha adelantado el cierre del hotel Flamenco, en Conil, ya que más del 80% de sus clientes llegaban con paquetes turísticos de esa empresa. Sin embargo, el problema de fondo es mayor: la semana próxima, tras el puente de Todos los Santos, cerrarán muchos hoteles de la costa, incluidos algunos selectos del Novo Sancti Petri. Nuestras playas en invierno son como son. Cádiz no es como la Antártida, pero tampoco como Canarias, a pesar del calentamiento. Puede que en 2150 sea más cálido y estén como en Cancún. Ahora en diciembre y en enero se nota poco. En esos meses, históricamente, sólo se han bañado Fermín Salvochea y algunos valientes. Se les veía como majaras sin peña.

UNA de las singularidades del cambio en la Junta de Andalucía es que ahora el PP y el PSOE deben decir lo contrario de lo que dijeron. Es decir, hacer lo que pedían, en un caso; y exigir lo que no hicieron, en el otro. Por eso, suena raro, en la letra y en la música. Aunque es cierto lo que decía la delegada de la Junta, Ana Mestre, en la entrevista que le hizo Francisco Sánchez Zambrano, publicada en este Diario: el gobierno andaluz del PP y Ciudadanos no puede hacer en sólo ocho meses lo que no hicieron los del PSOE en 40 años. Pero deben empezar a poner las bases, o en caso contrario pueden venir otros 40 años de inoperancia.

UNO de los principales problemas de Cádiz es que algunos edificios tienen un uso equivocado. Se habla mucho de Valcárcel y sus circunstancias, pero bastante menos del edificio de enfrente: el Balneario de Nuestra Señora de la Palma y del Real. Es otro de los grandes desperdicios de Cádiz. En cualquier ciudad sería un icono. Piensen que está construido en la Caleta, y no desentona, sino que complementa un entorno marinero excepcional junto con los castillos de San Sebastián y Santa Catalina. Dedicarlo a Centro de Arqueología Subacuática fue una solución de emergencia para salvarlo. Actualmente, es un error, inmenso error.

EL puente José León de Carranza fue inaugurado el 28 de octubre de 1969. No lo pudo celebrar su gran impulsor, el marqués de Villapesadilla, que había fallecido cinco meses antes, sino que correspondió el honor a Jerónimo Almagro y Montes de Oca. En los puentes de Cádiz siempre ha pasado lo mismo con los alcaldes: que uno se lo curra y otro va a la inauguración. En los 50 años que ha cumplido el puente se le nota ya bastante estropeado. Es obvio que ha padecido una vida sacrificada. Sus vecinos de Astilleros le dieron muchos sofocones y no lo dejaban en paz. Aparte de que ha estado muy trotado, y con tantos atascos, y venga a levantarlo para que pasen el Juan Sebastián de Elcano y otros barcos. Este puente necesita una cirugía estética. Y está prevista, pero el ministro Ábalos sigue en funciones eternamente.