ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
A los pocos días de la catástrofe, escribí que Carlos Mazón debía dimitir como presidente de la Generalitat valenciana. Es lo que pensaban (y siguen pensando) la mayoría de los ciudadanos. Ha sido un error mayúsculo que permaneciera en el cargo, con la excusa de que sería el piloto de…

SIEMPRE que anuncian nuevas medidas es para fastidiar a la gente. Mira lo que han montado ahora para las reuniones en las comidas de Navidad. Salvador Illa (ese señor que sigue siendo ministro de Sanidad, a pesar de los pesares) dio a conocer las nuevas medidas para las cenas y almuerzos de las fiestas navideñas, que básicamente pasan porque no se pueden reunir más de 10 personas (incluyendo niños) y nada más que de dos núcleos familiares que no convivan, además de que para desplazarse entre el 23 de diciembre y el 6 de enero desde otro municipio no perteneciente a la comunidad autónoma hay que demostrar que vas a reunirte con tu familia “o con allegados”, pero no se sabe cómo lo acreditas. Ni tampoco a quién se incluye en la categoría de allegado. Según el ministro, los de “una afectividad especial”. ¿Se incluye a los novios y las novias, los otros y las otras, los amigos y las amigas con derechos hasta dónde?
EL próximo fin de semana debería empezar en el Alcázar una de las citas ineludibles del puente de la Inmaculada en Sevilla. Pero este año pandémico también se ha llevado por delante la exposición de dulces de los conventos. No voy a entrar en la disquisición de si han actuado con exceso de precaución al suprimirlo, mientras que otros mercadillos siguen abriendo. Para cada problema que le pusieran había una solución. No obstante, se trata de ser positivos y prácticos. Como se sabe, la venta de dulces supone un ingreso importante para los conventos de Sevilla, y sobre todo para los de la provincia, que encontraban en el Alcázar una clientela más amplia que la existente en sus confines perimetrales.
SOY de los pocos articulistas que no había escrito nada del fallecido Maradona. Algunos me lo han preguntado: ¿”Cómo usted, que es aficionado al fútbol, no ha publicado un elogio fúnebre de Diego Armando Maradona?”. Pues precisamente porque ha sido un personaje con aristas y contradicciones. Como futbolista era el mejor de su tiempo, aunque se le sobrevalora cuando afirman que fue “el mejor de todos los tiempos”. También se ha dicho de Pelé, Cruyff y Messi, que han sido los mejores de sus respectivos tiempos. Pero el Maradona futbolista era un personaje diferente fuera de los terrenos de juego. En muchos momentos fue esperpéntico e impresentable.
ESTAMOS en otro momento crucial para la temporada del coronavirus: cuando nos jugamos la tercera ola. ¡Ay, Rocío Jurado, cómo te recordamos con tantas olas! Cuando hay una media de 300 muertos al día en España (en primavera, con ese número de difuntos, aún estábamos encerrados), el ministro Salvador Illa sigue dando palos de ciego, lanza borradores navideños sin paracaídas para después recogerlos. Sin saber qué hacer: si aflojar, o restringir. Con las autonomías revueltas. Y con el público que se viene arriba. Miran hacia el horizonte de las vacunas, y no quieren perder el jolgorio de la Navidad. Los ayuntamientos andaluces inauguran luces de fiesta para el toque de queda. La Nochebuena viene y se irá, y nosotros nos iremos y no volveremos más. Veremos si en Andalucía se prohíbe el cante.
A propósito de Manuel de Falla, al que recordamos en esta semana coincidente con el aniversario de su fallecimiento (que se conmemoró el 23 de noviembre), es curioso rememorar sus relaciones con José María Pemán. En el Cádiz de la República, la Guerra Civil y la posguerra fueron dos grandes personajes culturales de la ciudad. Después Pemán ha sido linchado injustamente, por un revanchismo sectario y manipulador de la realidad. Así ha perdido el nombre del teatro que le fue dedicado en el Parque Genovés. En ese sentido, como recordé en el Palillero del miércoles pasado, Falla ha tenido más suerte. Gracias a su desapego político. Falla se autoexpulsó de aquella España cainita.