ANTES se decía “Fulanito vive a cuerpo de rey”, y no era por don Juan Carlos I, que acaba de publicar sus memorias. Sin embargo, ahora (cuando no invitan al…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ABEL Moreno Gómez es un triunfador. Y eso despierta la admiración en la gente sencilla, y es lo que se quedará para la posteridad. Pero también origina envidia, entre los que intentar regatear méritos. Abel Moreno es una figura de la música popular sevillana, andaluza y española, pero no siempre…
LES quedará el consuelo de que peor que ahora no van a estar, cuando se vote. El congreso del PP andaluz les ha llegado en su momento más difícil de la legislatura. Juanma Moreno se equivocó, al pecar de un exceso de confianza con la sanidad andaluza. En décadas pasadas,…

LAS reacciones que han tenido algunos dirigentes del PSOE y de Adelante Andalucía, pidiendo un pacto “contra la extrema derecha”, demuestran que no se han enterado de nada. Los resultados de Sevilla capital, aunque con matices, son un fiel reflejo de lo que ha sucedido en Andalucía. Estas elecciones han sido decididas por las clases medias, que ya se han hartado de las políticas de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. No querían un pacto de Susana Díaz con Podemos y Unidos, por más que se disfracen de Adelante Andalucía. Es la ley del péndulo. La extrema derecha ha aparecido porque la extrema izquierda mangonea a Pedro Sánchez.
GRACIAS al CIS precocinado y a las torpezas de Pedro Sánchez, el PSOE ha fracasado en estas elecciones andaluzas. En la noche de ayer, a Susana Díaz se le quedó la carita de Javier Arenas en 2012. Amarga victoria. El bloque del centro derecha y la derechona cuenta con mayoría para gobernar y propiciar un cambio cuando han pasado 37 años desde el 28-F. O, por decirlo al revés: el bloque del centro izquierda y la izquierda unida al populismo se hunde y es insuficiente para formar una nueva mayoría. Lo que ocurrió ayer en Andalucía no es normal. Se explica por la alta abstención y por la torpeza del PSOE, que ha alimentado la irrupción de Vox. Lo han convertido en el partido de moda, el partido heavy de los cabreados, el partido de los que están hartos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Y así, con las leyes de Hondt, resulta que ha perjudicado al PP, sí, pero el PSOE pierde el doble.
GRACIAS al CIS precocinado y a las torpezas de Pedro Sánchez, el PSOE ha fracasado en estas elecciones andaluzas. En la noche de ayer, a Susana Díaz se le quedó la carita de Javier Arenas en 2012. Amarga victoria. El bloque del centro derecha y la derechona cuenta con mayoría para gobernar y propiciar un cambio cuando han pasado 37 años desde el 28-F. O, por decirlo al revés: el bloque del centro izquierda y la izquierda unida al populismo se hunde y es insuficiente para formar una nueva mayoría. Lo que ocurrió ayer en Andalucía no es normal. Se explica por la alta abstención y por la torpeza del PSOE, que ha alimentado la irrupción de Vox. Lo han convertido en el partido de moda, el partido heavy de los cabreados, el partido de los que están hartos de Pedro y Pablo. Y así, con las leyes de Hondt, resulta que ha perjudicado al PP, sí, pero el PSOE pierde el doble.
HEMOS llegado al día de las elecciones andaluzas con la gente distraída. Y ha pasado desapercibido que el Gobierno de Pedro Sánchez le ha dado otro bocado de 3.000 euros a la hucha de las pensiones para las pagas de Navidad. Además de que el Consejo de Ministros aprobó un préstamo de 6.330 millones de euros a la Tesorería General de la Seguridad Social, que está más tiesa que una mojama al sol. Todo eso implica que la hucha se está vaciando. Quedan 5.043 millones, que parecen muchos, pero son pocos para las pensiones. Sólo en diciembre, con las dos pagas, la Seguridad Social debe desembolsar 18.321 millones de euros. Así que la hucha se la pueden fundir con la extraordinaria del próximo verano.
POR fin, en plena campaña electoral, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Cádiz han firmado el acuerdo para las dos últimas fases de viviendas del Cerro del Moro. En las décadas de los 70 y los 80 del siglo pasado, estaba considerado como el barrio más marginal de Cádiz. Ahí empezaron las gestiones para rehabilitar unos edificios degradados y en pésimas condiciones, a la vez que se empezó a extender su leyenda negra. Decían que el Cerro del Moro era un nido de drogadictos y un barrio inseguro. Una exageración injustísima. Ni siquiera en sus peores tiempos ha sido un gueto comparable con algunos barrios conflicitivos de Sevilla; ni tampoco como otros barrios marginales de Jerez o El Puerto.