AUNQUE no hay turistas como los de antes, la vida sigue como si los hubiera. También esto pasará, y volverán los viajes de siempre. La guía Lonely Planet (a la…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
ESTA Feria de la No-Feria no puede ser y, además, era imposible, y no la ha organizado nadie, ni se sabe por qué han aparecido esas decoraciones, ni por qué iban a convertir el Museo Bellver en la caseta Fabiola. Y es verdad que en los alrededores de la plaza…
EN este país, los partidos un año dicen digo y al siguiente dicen Diego. Y los que decían Diego dicen digo y los que dijeron digo ahora dicen Diego. Hasta en el BOE lo pusieron, de tan enviciados como están. Se ha visto, una vez más, con el estado de…
EN este arranque de la Cuaresma es una tentación montar una polémica populista con la Iglesia de por medio. Hoy el asunto irá al Pleno municipal de Sevilla. Se alegrarán los podemitas y adelantados si sirve para decir que la Iglesia es rica y está podrida de propiedades, que según la demogogia barata fueron inmatriculadas porque sí, cuando se levantó la prohibición de hacerlo. Ocurrió en 1998, cuando gobernaba el PP de José María Aznar, lo que igualmente les viene bien para el caso. El objetivo de algunos sería volver a la desamortización de Mendizábal, ya que el siglo XIX es el que más le gusta. Siguen diciendo lo mismo desde entonces. El propio Karl Marx es decimonónico. Sin embargo, esta polémica es artificial. Sólo sirve para despistar al rebaño en su busca de la inmunidad.
DE Columela a Bahía Sur se fue Zara, para tener una tienda más grande. Y después Amancio Ortega le cogió el gustirrinín a lo de pirarse de una ciudad con alcalde anticapitalista, y ya se puso en plan de me lo voy a llevar todo. Y en esas lamentaciones estábamos, cuando ha llegado la Cuaresma, en pleno vía crucis de pérdidas de empleos, en los dolores del paro que os vais a enterar, cuando nos enteramos de que Primark va a abrir su tercera tienda en la provincia con más coronavirus de Andalucía. En Bahía Sur, precisamente. En el espacio del que se piró El Corte Inglés, que todavía resiste en la ciudad de Cádiz, como si fueran los penúltimos de Filipinas.
LA demagogia y el populismo cutre que impregnan la política de este país alcanzan momentos épicos con las vacunaciones. Raro es el día que no publican noticias de alguien que se ha saltado el orden. Y, naturalmente, se pone el énfasis en los de siempre: los políticos de los otros partidos (cuando se han colado militantes de todos), los militares y hasta los obispos. Así se ha dado la bochornosa circunstancia de que forzaron a dimitir al Jemad, el general Miguel Ángel Villarroya, por haberse vacunado. Mientras ahora, en la nueva remesa, están entrando soldados, policías y bomberos, además de los sanitarios que llaman de segunda fila (distinción de por sí patética).
EN la ciudad de Cádiz, siendo las nueve de la mañana o por ahí, el jurado del COAC no hará públicos los premios. Pasará a la historia que por culpa de un coronavirus asqueroso prohibieron el Carnaval de Cádiz en 2021. Peor todavía que en los tiempos de Franco, cuando inventaron las Fiestas Típicas Gaditanas. Después saldrá Pablo Iglesias diciendo que esto no parece una democracia. ¿Por quién lo dirá? Hoy era la noche de los cuchillos largos. Hoy era cuando Kichi y su equipo de gobierno se disfrazarían. Hoy era cuando los afortunados en el sorteo acudirían al Falla. Hoy era cuando las agrupaciones de siempre y dos sorpresas cantarían en la gran final. Hoy era la noche más larga y más esperada por la afición.
EL alcalde intenta salvar los muebles del turismo mirando al horizonte. Presenta planes en la clausura de Santa Paula y, si hace falta, incluso habla en chino. Por intentarlo que no quede. Como el coronavirus nos ha dejado sin turismo asiático en Sevilla, algunos se están burlando porque Juan Espadas lanzó un mensaje a la comunidad china para felicitarlos por su Año Nuevo. En estos días, millones de chinos han salido de vacaciones, pero viajan por su país, pues por el nuestro no se atreverían, ni por otros de Europa tampoco. No quieren que el coronavirus vuelva a Wuhan, donde empezó todo, con permiso de los catalanes, que lo detectaron en marzo de 2019 en las aguas residuales de Barcelona, según un informe que no desmintieron.