SERÍA muy oportuno que el pleno municipal, con el visto bueno de la comisión del nomenclátor o lo que sea, apruebe la dedicatoria de una glorieta a las plataformas gaditanas.…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL mosquito sevillano algunos lo cuidan como si fuera el lince ibérico. Sabido es que el lince ya no está en peligro de extinción, de tanto cariño como se le ha procurado. Pero al mosquito sevillano no hay que permitirle que se propague, sino declararle la guerra y reforzar la…
HEMOS leído en la prensa (en la de papel, por supuesto) que Pedro Sánchez ha presentado un plan de regeneración democrática. Supongo que es una errata, como aquellas de La cárcel de papel, que publicaban en La Codorniz, un semanario humorístico que la generación Z no ha conocido. Y que…
ARGENTINA existía desde antes de que Milei llegara al poder. Incluso desde antes de Perón y Evita. Argentina y Cádiz siempre han tenido relaciones. Sobre todo en la cultura. Y no sólo por Falla y Alberti, y porque Borges elogió a Quiñones. Hoy me voy a referir a lo que escribió el argentino Roberto Arlt en 1935, en plena Segunda República, tras una visita a Cádiz, que publicó en su colección de Aguafuertes españolas. Roberto Arlt, fallecido a los 42 años, fue un escritor vanguardista, más elogiado y encumbrado después de muerto. Hoy está considerado uno de los padres de la narrativa argentina contemporánea, junto a Borges, Bioy Casares, Cortázar y otros grandes escritores.
ANTONIO Maíllo ha sido muy elogiado tras su elección como nuevo líder de IU. Es de los pocos políticos que caen bien, a la izquierda y a una parte de la derecha. Quizá por motivos personales, por su forma de ser, diferente al mindundismo populista que se puso de moda desde que Pablo Iglesias montó el sarao de los indignados, después domesticado cuando llegaron a los cielos de la Moncloa. Pero se debe decir que Maíllo no es Superman. Ni siquiera es como Julio Anguita clonado. Tampoco Izquierda Unida es lo que era. Ahora Izquierda Unida forma parte de Sumar, junto a otras formaciones, como Más Madrid, los Comunes de Ada Colau y algunas sectas ecomarxistas. Para colmo, rivalizan con lo que todavía queda de Podemos. Y estamos en vísperas de unas elecciones europeas, en las que Sumar se encamina hacia el fracaso, según las encuestas. Así que tanta alegría por Maíllo debe relativizarse.
PARA la ciudad de Cádiz el descenso del Cádiz CF es terrible. El fútbol es la única distracción que importa en la ciudad, sobre todo cuando no estamos en Carnaval o Semana Santa. Para otros deportes no hay ni pabellón Portillo. A los espectáculos de pago se asiste o no, según. A los actos culturales van siempre los mismos y se considera un éxito cuando hay más de 40 personas. Para ser la Capital Mundial del Libro, como Estrasburgo y Río de Janeiro, lo primero sería leer; y no se debe leer mucho cuando las librerías cierran y nadie quiere editar si no lo paga el escritor. Tampoco hay colas para investigar en las bibliotecas. Con lo cual vemos que la verdadera afición es: fútbol o fútbol.
PARA aprobar los presupuestos de Sevilla hay dos vías: la normal y la alternativa. La normal es conseguir que el PSOE o Vox los apoyen. Pero como los sanchistas no están por la labor en estos momentos, y como la derechita valiente quiere entrar en el gobierno municipal desde el mes de junio del año pasado (y al PP no le interesa), a José Luis Sanz sólo le queda la vía alternativa. Esto es: montar una cuestión de confianza. Es lo que hizo Jaume Collboni, el alcalde socialista de Barcelona, cuya situación minoritaria es peor que la de José Luis Sanz. Y ahora, una vez que han cumplido los plazos, el señor Collboni ya tiene el presupuesto de Barcelona enjaretado y está muy contento.
EN este país la gente se fija en el bulto, pero no entra en los detalles. Después de las elecciones catalanas del 12 de mayo, todo el mundo político en general intenta averiguar si el próximo presidente será Salvador Illa (el más votado), o Carles Puigdemont (el más perverso en maniobras), una polémica que recuerda lo ocurrido el 23-J. Pero se han olvidado de estudiar con detalle las diferencias en menos de un año. Pues no es lo mismo comparar los resultados de Cataluña con las elecciones autonómicas de 2021 que con las generales de 2023. Se han visto curiosidades que conviene resaltar.