PODRÍA escribir (y lo escribo) que el alcalde Bruno progresa adecuadamente, en materia de iluminación navideña en Cádiz. Puede que la de este año sea la mejor del siglo XXI,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
TENER un hijo es más difícil que escribir un libro y plantar un árbol, en los tiempos que vivimos. Antes no, antes España era diferente. Era un país de reprimidos y reprimidas, según decían los progres de los años 80, que hicieron la revolución sexual con 15 años de retraso…
UNO de los motivos por los que Pedro Sánchez consiguió la presidencia del Gobierno fue el miedo a Vox. La posibilidad de que Alberto Núñez Feijóo necesitara un pacto con Vox para gobernar, según auguraban las encuestas, impulsó el voto del miedo, con una movilización del electorado socialista. Y quizás…

AUNQUE los cadistas más rancios creen que el Cádiz CF es el equipo de la ciudad llamada Cádiz, la realidad es diferente. Es el equipo de la capital, sí, pero también de los municipios del entorno de la Bahía. Esto se puede comprobar fácilmente después de un partido. Por ejemplo, el pasado lunes por la noche. A la hora de terminar el Cádiz-Burgos, pasadas las 22:30 horas, un lunes de octubre apenas hay tráfico. Sin embargo, esa noche había circulación intensa en las salidas de Cádiz por los dos puentes y por la carretera de Cortadura. Es decir, que cientos de personas, tras presenciar el partido, se trasladaban a sus domicilios, mayormente de San Fernando, Chiclana, Puerto Real, El Puerto de Santa María, Rota e incluso Jerez, aunque también de otros como Medina Sidonia, Conil o Vejer.
TODA la esperanza cabe en una lágrima, cuando brota en el corazón. O cuando se refleja en la mirada de una Virgen, que muestra en sus mejillas las perlas de un dolor que es verdadero. Entonces se comprende que la Madre de Dios nos mira. Y no está en cuerpo y alma, pero no es sólo una imagen de madera policromada, tampoco es idolatría, sino un mensaje que nos llena de vida, que nos conmueve, que nos salva. Eso vimos el sábado pasado, cuando la Esperanza de Triana acabó su misión y volvió a su templo de la calle Pureza. Su misión, que era repartir esperanzas a la Sevilla más necesitada, a corazón partío, y dejar (entre las dudas y las dificultades) una luz radiante, para saber que nada es inútil a su vera.
EL sanchismo se mantiene en el poder gracias a que ha buscado la división y el enfrentamiento entre los españoles. Los ciudadanos de este país son divididos entre progresistas y reaccionarios (o fascistas), desde una falsa superioridad moral, que señala a los progresistas como los buenos y a los reaccionarios como los malos. Ese enfrentamiento se va moviendo a conveniencia, y afecta a grupos sociales y territoriales. Está demostrado que Feijóo no pudo formar Gobierno en 2023 por el mal resultado con las mujeres, los jóvenes y Cataluña. Esos fueron los puntos más débiles del PP, y lo saben Pedro Sánchez y su batallón de sanchistas y progresistas sumados. Por eso, cuando no hay un problema que les beneficie, lo inventan.
AL principio de la democracia parlamentaria, cuando los políticos se insultaban menos, concedían a los gobernantes cien días de gracia. Tres meses y pico en los que se les permitía aterrizar, antes de ejercer la oposición. Sin embargo, en los tiempos de la democracia atrabiliaria, no se le concede a los gobernantes ni cien segundos de gracia. En menos de dos minutos, ya estaba la oposición andaluza criticando al flamante consejero de Sanidad, Antonio Sanz, por no haber solucionado el problema del cáncer de mama. Y en Cádiz ya se le estaba reclamando la inauguración del nuevo hospital de Puntales. Se ha dicho también que lo han puesto para salvarle la cabeza a Juanma Moreno. Nadie espera que lo pongan para que se lo cargue, pero también para que el SAS funcione mejor.
COINCIDIENDO con la fiesta de Santa Teresa de Jesús, el consejero de Presidencia y otras cuestiones de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz Cabello, fue nombrado consejero de Sanidad. El día elegido hace honor a lo que nos enseñó la santa de Ávila: “Nada te turbe, nada te espante”. Para ese cargo hacía falta un kamikaze. Antonio Sanz ya tenía las Emergencias. Mira cómo no le han podido criticar por la gestión de los incendios del verano. Llegó al pie de las llamas al rato de que los pirómanos encendieran el fuego de Tarifa. Así es Antonio: si hay que estar al pie del cañón, prepararse para el cañonazo. En el PP ha sido casi todo, pero le faltaba ser consejero de Sanidad, que a veces es el paso previo al Ministerio de Hacienda.