CALENTITAS se presentan las elecciones de hoy en Cataluña. Por la vía del artículo 155, van a votar un jueves, por no chingar más la Nochebuena, que cae en domingo. Puede ocurrir que un preso llamado Oriol Junqueras sea el candidato más votado. A lo mismo aspira un prófugo llamado Carles Puigdemont, al que han retirado la euro orden de captura para dejarlo como turista en Bruselas. También puede que gane una jerezana llamada Inés Arrimadas. Sin embargo, hay otro jerezano, llamado Pedro Pacheco, que también es un político preso. Ya ha pasado tres años entre rejas. Parece que son pocos los que se acuerdan de él.

SIEMPRE es bonita una entrega de llaves. Habrán visto cómo sonreían la presidenta de la Diputación, Irene García, y el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, cuando se dieron las llaves. Como si les hubieran concedido un piso nuevo en Matadero, o les hubieran rehabilitado una vivienda en Santa María. Unas llaves siempre causan alegría, y que no falte. Antes se entregaban las Llaves de la Ciudad a personajes. Pero ya no. Primero, porque a la entrada de Cádiz no hay cerraduras. Y segundo, porque lo mismo que te conceden los honores puede pasar que te los retiren, unos años después, si no le gusta a los nuevos. Así que para qué.

EN otros tiempos, cuando existía un machismo insoportable (¡mucho peor que ahora, dónde va a parar!), se decía que en los patios de vecinos gaditanos las peores peleas eran las de mujeres. Cuando una mujer discutía con otra, en una bronca, a veces le soltaba cosas horrorosas. Antes se decía que la mayor enemiga de una mujer era otra mujer que la odiara. Ya digo que son afirmaciones propias de los tiempos de un machismo atroz, cuando incluso los obreros sindicalistas más de izquierda recibían con piropos irreproducibles a toda la que pasaba por delante de la obra. Pero en nuestro Ayuntamiento de Cádiz parece que no se han enterado de los nuevos tiempos. Y ayer, en un Pleno soso, los ánimos se caldearon cuando debatían los asuntos de la Mujer, y algunas concejalas se comportaron como si estuvieran en un patio de vecinos de aquellos tiempos.

ES bochornosa la decisión del Ayuntamiento de Jerez para retirar a José María Pemán el nombramiento de Hijo Adoptivo. Es más bochornoso todavía porque la alcaldesa, Mamen Sánchez, no pertenece a un bloque anticapitalista de indignados, sino al PSOE, un partido que forma parte del constitucionalismo y que fue imprescindible para la reconciliación de las dos Españas en los años de la Transición. Por tanto, un partido que debe aplicar la Ley de Memoria Histórica contra los asesinos, pero no contra los escritores. Ni tampoco contra una persona que evolucionó en sus ideas, que fue homenajeado por el Rey Juan Carlos, y contribuyó a la normalidad democrática, por la que trabajó en los últimos años de su vida. También es ridículo que le retiren el nombramiento de Alcalde Honorario a Manuel Fraga, uno de los padres de la Constitución de 1978.

SI Rafael Alberti viviera, hoy cumpliría 115 años y sería el hombre más viejo de España. Sin embargo, falleció el 28 de octubre de 1999, próximo a cumplir los 97 años. No llegó a conocer el nuevo milenio, por lo que se le debe encuadrar entre los cinco mejores poetas españoles del siglo XX, que fue otro Siglo de Oro para la poesía, desde Juan Ramón Jiménez a la Generación del 27. La Guerra Civil condenó a muchos al exilio. Así como los poetas de otros siglos morían jóvenes, y eran unos malogrados por el fatalismo de sus vidas, los del siglo XX (salvo excepciones), fueron longevos; y se conocieron casos de larga vejez, a pesar de la guerra, la posguerra y los exilios. Se ha dicho que era porque combatían con los versos, que no es lo mismo que en el frente con los tiros y las bombas. Aunque Gabriel Celaya escribió que “la poesía es un arma cargada de futuro”.