LA Iti ha vuelto a la actualidad. La Iti estaba como desaparecida, no se sabe si en combate. Algunos preguntarán: ¿Y quién es esa Iti? Su nombre oficial es Inversión Territorial Integrada, Iti para los amigos y amigas. Era la solución maravillosa a todos los males de la Bahía de Cádiz en los próximos años. La Iti había venido de lo más rica, con 1.299 millones de euros para invertir en la provincia hasta 2023. De momento, parece ser que han gastado poco y que se ha notado menos. ¿Alguien ha recibido las dádivas de la Iti? Dicen que se nota en el Olivillo, con una ejecución del 90%, en un presupuesto de 4,5 millones. ¿Y dónde está el resto de los millones? La Iti tiene una Comisión de Control y Seguimiento, que se reúne al menos una vez al año. Será para que no se despendole. No vaya a pasar como con la Zur y la Zae. A las que no se les volvió a ver el pelo.
UNA vez que ha pasado el debate de la investidura de Pedro Sánchez, y otras desgracias parecidas, entramos en los momentos del veraneo profundo. Es cuando aparecen las celebridades que dan brillo a nuestras costas. Es el caso de Georgina Rodríguez, la pareja de Cristiano Ronaldo, que ha pasado unos días en el Royal Hideaway Sancti Petri, ese hotel del Novo al que todo el mundo conoce con el nombre de su empresa, el Barceló, al que acuden todos los años las celebridades que tiran del carro. Como Paula Echevarría, que debería ser la madrina de ese hotel, por la fama que le ha dado en las revistas del corazón. Y no sólo ella, también Blanca Suárez o Cristina Pedroche, entre otras.
HA vuelto a la actualidad el caso de Gadir Solar. Tiene más repercusión porque afecta a Raúl González, ex jugador del Real Madrid y entrenador de su filial, el Castilla, al que le reclaman una presunta deuda de 7,1 millones de euros, por la que probablemente será juzgado. Al ser un asunto que se dirime en los tribunales, no voy a entrar en las divergencias societarias de Gadir Solar, pero conviene recordar que está vinculado al desembarco de la empresa Aurantia (con la que se asoció Raúl) en la Bahía de Cádiz. Un caso relacionado los intentos por buscar alternativas para el personal de Delphi, y con las subvenciones generosamente concedidas a empresas que terminaron con unos pufos de padre y muy señor mío.
EL Carnaval sigue imparable. Y conste que no lo digo por el Congreso de los Diputados. Estos días se celebra la Velá de Santa Ana en Triana, a la vera del río Guadalquivir. Se suele decir en Cádiz que Sevilla guarda muy bien sus costumbres, y que son muy chovinistas y tal. Pues bien, en Triana montaron un tablao y actuó la chirigota ‘Daddy Cadi’, de Jesús Benárquez y Pablo de la Prida, que consiguió el segundo premio en el Carnaval de Cádiz de este año. Esa chirigota es de Sevilla y algunos de sus miembros proceden de Triana. Entre los asistentes se oía: “Estamos junto al Guadalquivir, pero como en la Caleta”. No era lo mismo, por supuesto, ni se parece. En el río sólo se bañan los que compiten en las cucañas, y no hay el mismo sabor antropológico. Pero es un detalle.
ESTAMOS en momentos decisivos para nuestro futuro. Unos van a votar la investidura de Pedro Sánchez y otros las normas para los patinetes y las bicis. En teoría, patinetes y bicis deberían ser compatibles, convivir como buenos hermanos, como Pedro y Pablo, pongamos por caso. Sin embargo, en la práctica, son como el perro y el gato, también como Pedro y Pablo, pongamos por caso. Esa contradicción de clase, que lo mismo se da en la izquierda progresista que en los carriles urbanos gaditanos, se debe solucionar con eficacia por el bien de la ciudadanía velocípeda. Y por el bien de los peatones, no se olviden de los peatones, que están hasta los co..razones, cada vez que ven un artilugio que se les viene encima flechado.