SER gaditano de Cádiz (que son los genuinos y verdaderos) tiene sus ventajas. Se vio en las colas del concurso del Carnaval. Desde el Ayuntamiento se ha explicado que pusieron las entradas a la venta en el Baluarte de la Candelaria, avisándolo sólo dos horas antes, para facilitar que llegaran antes los gaditanos desde sus domicilios. Según parece, aguardaban expectantes y atrincherados el momento de salir pitando al ataque de las taquillas. En la cola, haciendo guardia junto a los luceros, apenas había 20 majarones. Es verdad que hay que estar medio loco para soportar en la cola una amanecida con rasca. Hay que ser muy gadita para eso.

EL nuevo presidente de la Junta de Andalucía ya ha tomado posesión. Desde ayer, habemus cambio. También afecta a la provincia de Cádiz, que como las otras siete de nuestra comunidad autónoma se considera marginada por la Junta. Sin embargo, desde el momento de la jura, ya nada es como era, sino que los cargos y responsabilidades van a cambiar. Ya comenté algunas de las cuestiones más pintorescas que se van a encontrar, como el marrón del hospital de Puntales que le toca al PP y el marrón de la Ciudad de la Justicia que le toca a Ciudadanos. El partido naranja también administrará el turismo, que está de moda. Y el responsable será el sanluqueño Juan Marín, que pronto tendrá el derecho a decidir en los chiringuitos de playa.

LA visita del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, al ex ministro de UCD y fundador del PSLA, Manuel Clavero Arévalo, es un gesto cargado de simbolismo. Era su primera visita tras ser elegido. Es una protestación de fe en la autonomía de Andalucía que hace el nuevo presidente. Y es también un mensaje de profundo calado para los navegantes de Vox: la autonomía de Andalucía no es exclusiva de la izquierda, la autonomía de Andalucía no es propiedad privada del PSOE que se ha aprovechado durante 36 años, la autonomía de Andalucía viene del andalucismo, del PSA de Rojas-Marcos, Uruñuela y Arredonda y del PSLA de Clavero. Antes de la Transición, muchos socialistas y comunistas no sabían quién era Blas Infante.

EL cambio por el cambio no sirve para nada. Los cambios pueden ser a mejor o a peor. Pero cambios son. Significa que su maldad o bondad se debe construir, no está definida desde antes de empezar. Juan Manuel Moreno Bonilla llega a la presidencia de la Junta de Andalucía de rebote. No ha obtenido una victoria brillante, ni un gran éxito electoral para derrotar al socialismo andaluz después de 36 años. Ha sido él y sus circunstancias. Ha tenido la suerte de estar en el sitio adecuado en el momento oportuno. Y ha llegado a la presidencia de la Junta con 26 escaños, que son 24 menos de los que consiguió su compañero Javier Arenas en 2012. A pesar de todo, no ha llegado por casualidad, sino por un pacto firmado.

SÍ sí, sí, las cinco corbetas ya están aquí. En San Fernando, el Ayuntamiento de la socialista Patricia Cavada no ha dado abasto. El mismo día que las feministas socialistas se iban en autobús a manifestarse contra la derecha, la alcaldesa recibía al contralmirante de la Armada saudí Fahad Ali Alfuraidan, que acudía a presidir la emotiva ceremonia del corte de la primera plancha de acero. Esta ceremonia es como la primera piedra de las corbetas. En su día llegará la botadura, que antes se hacía con botellas de cava, y ahora ya no lo sé. Lo cierto es que les ofrecieron una recepción en el castillo de San Romualdo, donde la bandera verde de Arabia Saudí relució junto a la de San Fernando.