EN 2025, al PP y al PSOE les ha dado el frenesí por competir a ver quién habla más de viviendas. Hablar por hablar. Construir es otra cosa, y requiere…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
EN la polémica sobre la llamada mafia del taxi en el aeropuerto de Sevilla podríamos recurrir a la filosofía. Lo sé, la filosofía está olvidada, hasta el punto de que un filósofo llamado Salvador Illa fue colocado como ministro de Sanidad y actualmente es presidente de la Generalitat de Cataluña.…
AL presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se le ha ocurrido celebrar en 2025 los 50 años de la muerte de Franco con el lema España en libertad. Es decir, que sido tan papista como el Papa y ha declarado un año jubilar (o algo así) y le ha puesto un…
LA gente que tiene la buena costumbre de ir a misa suele decir que las navideñas del Gallo ya no son lo que eran. Porque ahora empiezan a las 19 o las 20 horas, como cualquiera vespertina. Sin embargo, los párrocos afirman que las adelantaron porque la gente que suele ir a misa no asistía a la del Gallo, debido a las reuniones familiares y la disuasión de las costumbres, que motivaba poco a los feligreses para salir de casa a altas horas. No obstante, en la Catedral de Sevilla se celebró en la Nochebuena una Misa del Gallo a las 23:30 horas, a la que asistieron más de 2.000 personas. Sí, más de 2.000, según las cifras oficiales que mencionó en la red social X el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, que presidió la concelebración eucarística junto a varios canónigos.
EN este país, la Navidad festiva (no la de lucecitas en las calles) empieza con el sorteo de la Lotería. Dicen los más puristas que comienza mal, con lo material, porque la gente aspira a enriquecerse como primera medida para festejar la llegada de nuestro Salvador al mundo. Pero hay que entenderlo. El sorteo del Gordo de Navidad es como una bolsa de caridad pública, en la que pagamos las limosnas entre todos los participantes. ¿O no es caridad pública que toque el Gordo a los pobrecitos que salen en las fotos y en las imágenes de televisión brindando con cava catalán? Brindar con champán francés sólo lo hacen los ricos que compran los décimos premiados a los pobres. Y esos ricos son los que se van a condenar, según el Evangelio, por hacer fullerías.
LA ciudad de Cádiz es la que tiene la mejor memoria democrática de España, gracias a un sector de la izquierda local que apuesta por el revanchismo para distraerse. A finales del año 2024, en ningún lugar se están dedicando a cambiar los nombres de las calles y los edificios. O bien se hizo después del cambio de régimen, del que pronto se va a cumplir medio siglo. O bien son nombres que se han adaptado al medio, y que se han desposeído de las connotaciones de una guerra civil que empezó hace casi 90 años. Y sobre todo no es normal que se manipule la memoria democrática legítima y se confunda con el odio y el revanchismo.
LA campaña política contra Juan Espadas no sólo es antidemocrática, sino que ya cae en lo bochornoso. Es normal que haya otros candidatos para liderar el PSOE en Andalucía, pero si él quiere seguir está en su derecho legítimo de presentarse. No puede dar un paso al lado a empujones, como están intentando. Desde el Congreso que organizaron en Sevilla (me refiero al que pasearon bajo palio a Pedro Sánchez), hay un complot en marcha para cargárselo como líder. Me parece injusta esta campaña contra Espadas. Sobre todo porque no se debe a razones ideológicas, como sería lícito y hasta razonable, sino porque está auspiciada para que algunos que se quedaron descolocados se vuelvan a colocar. Es decir, se trata de una cacería de amiguetes, con la excusa de que quieren levantar al PSOE hundido en Andalucía por la supuesta incompetencia de Juan Espadas.
TODOS los años, por estas fechas, tenemos la misma polémica por la pérdida de habitantes en Cádiz. A finaol de 2024, el gaditano y la gaditana no están todavía en peligro de extinción, pero se han encendido las luces de alarma. Porque si Cádiz baja de los 100.000 habitantes eso le costaría a las arcas municipales 40 millones de euros menos en las ayudas del Estado. Y, si dejan de ingresar esos 40 millones, sólo quedan dos opciones: o los pagan los gaditanos y las gaditanas, fritos con impuestos; o se reducirían las prestaciones municipales, con el consiguiente deterioro de los servicios.