EN la polémica por los cambios de nombres de las calles, la opinión de los vecinos es importante. Son los afectados. Pues si te cambian el nombre de la calle,…
LA derrota del Cádiz ante el Sevilla puede parecer engañosa. Al minuto 90 se había llegado con empate. Fue un duelo competido, en el que el Cádiz tuvo aspectos buenos…
AL ministro de Transportes, Óscar Puente, lo tienen ya en el punto de mira la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla. Es un ministro peculiar, con una parte buena y otra mala. La buena es que suele decir lo que piensa y miente menos que otros compañeros de…
ETA fue fundada en 1959, cometió crímenes durante el franquismo, los siguió perpetrando en la democracia, anunció el cese de su actividad armada en 2011, pero no se disolvió oficialmente hasta 2018. ETA duró casi 60 años; es decir, 20 años más que el franquismo, y de ellos más de…
EN Cádiz hay fenómenos episódicos. ¿Se acuerdan de los asustaviejas? Hubo un tiempo en que todo el casco antiguo gaditano estaba plagado de unos fulanos que presuntamente se dedicaban a amenazar a las ancianas que pagaban rentas congeladas y simbólicas en sus casas destartaladas y ruinosas. Se trataba de expulsar a las viejas para derribar el edificio y construir pisos de lujo, o vender o alquilar esas mismas viviendas tras rehabilitarlas, preferentemente a cargo de la Junta de Andalucía de Manuel Chaves y del Ayuntamiento de Teófila Martínez. Era la temida especulación del suelo, que tenía como brazo ejecutor a los asustaviejas. ¡Lo que hubiera disfrutado Martín Vila como concejal en esos tiempos! Entonces apenas había pisos turísticos en Cádiz. ¿Para qué? Si los únicos turistas venían en cruceros.
EN las tertulias cofradieras y en el mundo capillita en general, hay un debate abierto sobre el futuro próximo de las hermandades sevillanas, que podrían quedar irreconocibles. Valoradas como entidades opulentas (y eso habría que analizarlo, según los casos), han quedado entre las víctimas del coronavirus, con pérdidas de ingresos difíciles de asumir, que no se limitan a las subvenciones por las sillas y palcos, aunque también. Paco Vélez y los demás presidentes de los Consejos de Hermandades de Andalucía se reunieron en Antequera y van a buscar opciones conjuntas para la Semana Santa de 2021. Aunque lleguen las primeras vacunas y empiecen por los ancianos, según lo que dijo el doctor Aguirre, nadie sensato puede creer que las cofradías saldrán a las calles para cumplir sus estaciones penitenciales como de costumbre. Y si van a hacer algo rarito, con ocurrencias, es mejor que no salgan.
SIGO con las calles de Cádiz y sus nombres, uno de los asuntos que más apasionan a los gaditanos. Desde la semana pasada hay una calle nueva junto a la playa Victoria. Es la que conectará Muñoz Arenillas con el Paseo Marítimo. Llamarla calle es mucho decir, pues calle, lo que se dice calle, no es todavía, ya que por allí no se puede pasar, está llena de escombros, todo se andará. Se trata de un hueco que han abierto en lo que era el edificio del Tiempo Libre, donde están construyendo el nuevo establecimiento de la empresa Q hoteles, con inauguración prevista para 2022. La nueva calle será colindante con el hotel, con el edificio Reina Victoria, con el parking subterráneo Nino allí existente, y con el futuro aparcamiento del hotel. La calle será prima hermana de Brasil, con el mismo sentido, por lo que tiene garantizados los ventarrones de poniente.
EN estos días se habla y se escribe de las fusiones bancarias, de CaixaBank, de Bankia, de si el Gobierno va a tener participación pública en el primer banco de España (con lo cual Pedro y Pablo serían banqueros por un día, digo por un tiempo). También de que el Gobierno rectifica (a la fuerza) y permitirá a los ayuntamientos que puedan usar su superávit sin confiscarlo. Esos préstamos eran controvertidos, porque los ayuntamientos no querían hacer de prestamistas, o de diteros del Gobierno. Y, además, que si los obligaban por la cara no eran préstamos, sino incautaciones. Algo propio de las guerras sucias y las pandemias locas.
LA buena gente está que se sube por las paredes con la comisión bananera para el nombre del estadio. Los nombres más votados eran Carranza y Ramón de Carranza, pero los colegas de Kichi decidieron cambiar las normas sobre la marcha, y eliminar todos los nombres propios, para que el estadio se llame Tacita de Plata o algo pamplinoso. Es una vergüenza para Cádiz, pero es preferible tomárselo de cachondeo, y que la señora Mara lo tenga en cuenta a la hora de sus votaciones y también para las mociones de censura. Sin embargo, lo peor no es eso, sino que parece que está en marcha la venganza del Carranza, y esto puede ser tremendo. De miedo. Habemus gafe. Y de los gordos.