LA llegada del nuevo Papa León XIV ha causado una gran expectación. En ese afán de saber más de su trayectoria y sus vivencias, se han resaltado sus vínculos con…
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TRAS la elección del Papa empezaron los rastreos para mirar con lupa su pasado. En esas se descubrió que había visitado Sevilla en tres ocasiones, dentro de sus contactos con los agustinos, y que estuvo en el colegio de Santa Clara y con las monjas de la Encarnación y las…
LOS primeros momentos de un papa dan pistas sobre su pontificado. En el arranque de León XIV lo más importante es su nombre. Quienes lo ven sólo como un continuador de Francisco, quizás esperaban que se hubiera presentado como Francisco II. Sin embargo, al optar por León XIV, ha puesto…
LA llegada del nuevo Papa León XIV ha causado una gran expectación. En ese afán de saber más de su trayectoria y sus vivencias, se han resaltado sus vínculos con España. Se llama Robert Francis Prevost Martínez; y aunque nació en Chicago, su madre tenía ascendencia española. También se ha sabido que ha visitado España en varias ocasiones, todas relacionadas con los agustinos. El cardenal Prevost ejerció como prior general de la Orden de San Agustín desde 2001 a 2013. Y es curioso que estuvo de visita en Cádiz en 2007 para conocer el convento y la iglesia de San Agustín. Aunque la mayoría de sus viajes a España se debieron a la presencia de los agustinos en colegios católicos. La educación religiosa ha sido una de sus principales preocupaciones y será una de sus referencias pastorales.
TRAS la elección del Papa empezaron los rastreos para mirar con lupa su pasado. En esas se descubrió que había visitado Sevilla en tres ocasiones, dentro de sus contactos con los agustinos, y que estuvo en el colegio de Santa Clara y con las monjas de la Encarnación y las de San Leandro, y que vio al Cachorro, La O, San Isidoro, Montserrat y La Mortaja el Viernes Santo de 2002 en la Puerta de los Palos. Pero también se supo que Robert Francis Prevost había coincidido antes en Trujillo (Perú)) con el padre Eduardo Martín Clemens, actual párroco de Santa Cruz. Don Eduardo fue rector del seminario de Trujillo y nombró jefe de estudios a Prevost, con el que trabajó en tierras peruanas. Esta coincidencia se puede ver como anecdótica. Sin embargo, hay que fijarse en otra cuestión: en la vida ejemplar de este sacerdote sevillano, que como el nuevo Papa también tiene espíritu misionero.
LOS primeros momentos de un papa dan pistas sobre su pontificado. En el arranque de León XIV lo más importante es su nombre. Quienes lo ven sólo como un continuador de Francisco, quizás esperaban que se hubiera presentado como Francisco II. Sin embargo, al optar por León XIV, ha puesto el foco sobre León XIII, que fue Papa durante 25 años, entre 1878 y 1903, y que abrió la Iglesia a una nueva dimensión social, en un mundo dividido entre el capitalismo y el marxismo más feroces. Pero que también reforzó los contenidos doctrinales en lo filosófico y lo teológico. Un grandísimo Papa de su tiempo, al que el cardenal Prevost ha recuperado del baúl de los recuerdos.
CUANDO falleció Francisco, algunos destacaron que había sido un Papa “que hablaba en español”. Por ningunear su legado y los cambios que alentó en la Iglesia, con un talante que algunos consideraron progresista, según su visión simplista del mundo. Pues bien ayer fue elegido otro Papa que habla español, aunque con acento guiri. En su primera alocución, Roberto Francisco Prevost Martínez, en adelante León XIV, habló de la paz y la justicia en el mundo, de la sinodalidad, y elogió a Francisco, que lo nombró cardenal. Lo dijo en italiano y también habló en español para recordar a sus fieles de Perú. Tiene la nacionalidad peruana, además de la estadounidense. Allí se curtió como misionero agustino. Es un Papa que aparecía en las quinielas vaticanistas en un segundo plano, como outsider.
TODAVÍA no se le ha perdonado a Sevilla que la primera línea del AVE de España fuera la que enlazó la estación madrileña de Atocha con la de Santa Justa. En Barcelona, cuando se habla de los fallos ferroviarios en Cataluña (donde también abundan), se recuerda que ahora la primera línea de AVE de España, en número de pasajeros, es la que une Madrid y Barcelona; y se utiliza para criticar la decisión de que llegara antes a Sevilla. Se vincula con un favoritismo de Felipe González hacia su tierra de origen. Aunque el entonces presidente del Gobierno explicó que la decisión se adoptó para contribuir a una mejor vertebración de España, en las infraestructuras con Andalucía, y porque era una conexión esencial para la Expo 92. Además, los desplazamientos en avión eran mucho mejores entre Madrid y Barcelona que entre Madrid y Sevilla. Por el puente aéreo y la capacidad del aeropuerto de El Prat.