EL regreso a Carranza nos dejó un partido raro. Desde el estadio sin público al desarrollo de un fútbol que ya dura más de 100 minutos, que tiene dos parones para descansar cuando hacía 20 grados de temperatura, y que permite hasta cinco cambios por cada equipo. Si por Álvaro Cervera fuera, le hubieran venido mejor seis o siete. El Cádiz estuvo confinado en su peor versión hasta el minuto 80 de partido, completamente superado por el Rayo Vallecano. Sin embargo, consiguió empatar, y en la última jugada pudo ganar. En esas dos acciones se hizo presente Iván Alejo, un futbolista diferente, al que se debería aprovechar mejor.

HOY entra Cádiz en la fase 3, como toda Andalucía, y esta semana vuelve la Liga en Primera y Segunda. En teoría, es una aproximación a la normalidad. Sin embargo, hay una gran diferencia con respecto a la competición suspendida en marzo: sin público en los estadios. Ya he comentado, en otras ocasiones, que el coronavirus le debe mucho al fútbol. Estuvo en el origen de una parte de la pandemia. Por lo que el Consejo Superior de Deportes no se puede arriesgar. Es muy difícil que las aficiones vuelvan a los estadios antes de septiembre. Ya que tampoco van a permitir unas sí y otras no, en función del lugar. Esa medida perjudicaría a los clubes de Madrid y Barcelona, que hubieran sido los últimos en incorporarse. Sin público, el factor campo desaparece y beneficia a los visitantes. Así se ha visto en la Bundesliga alemana.

SÓLO faltan 10 días para que vuelva el fútbol profesional, con el partido de rivalidad entre el Sevilla y el Betis. Disputar un derbi como ese, sin público, atenta contra las más finas esencias del fútbol, y supone una alegría manifiesta para el visitante. No es lo mismo a puerta cerrada que tener a miles de espectadores chillándote durante 90 minutos. Pero así es la Liga descafeinada que nos espera, por motivos económicos y políticos. A los clubes les vendrán muy bien esos ingresos, pero al Gobierno también le conviene que haya fútbol todos los días (incluidos los lunes), desde el 11 de junio al 18 de julio, o quizás el 19, no se sabe todavía. Al haber tanto en juego (título, competiciones europeas, ascensos y descensos), aparecen otros temas para los telediarios y las tertulias de la fase 3. El Cádiz entra en ese carrusel del fútbol.

LA Liga volverá a partir del 8 de junio (en realidad, del viernes 12), según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Llegará con los futbolistas mal preparados y con muchos peligros, que pueden originar sorpresas y alterar el rendimiento de los equipos. No dudo de la profesionalidad de todos los jugadores (los del Cádiz y los de otros clubes), pero les van a poner por delante un caramelo envenenado. Algunos terminan contratos el 30 de junio y no se les ha renovado. Otros están cedidos hasta esa fecha, y podrán seguir con ampliaciones de las cesiones. Sin embargo, el rendimiento de algunos jugadores (quizá inconscientemente) puede cambiar. Clubes de Primera y Segunda, entre ellos el mismísimo Barcelona, están teniendo problemas con futbolistas profesionales y de su cantera que saben que no seguirán.

HOY es lunes 18 de mayo. En condiciones normales, el pasado fin de semana se hubiera disputado la jornada 41, con el Girona-Cádiz. Sólo quedaría por jugar la última jornada, con el Cádiz-Albacete, el próximo fin de semana. A estas alturas, el Cádiz ya podría haber conseguido el ascenso a Primera División, o la consolación de las eliminatorias de ascenso. Pensar que ni lo uno ni lo otro sería trágico, así que mejor no ponerse en lo peor. Sobre todo porque es una suposición ficticia. La realidad es que faltan 11 jornadas para acabar (¿y las dos eliminatorias de ascenso?) y que no se sabe cuándo volverá la competición.