DE vez en cuando comprobamos que algunos de los problemas que padecemos han sido creados por los políticos. Por sectarismo. Pero también por incompetencia, o por errores. Un ejemplo lo tenemos con la polémica artificial que se ha creado en torno a las fiestas del Corpus y el Orgullo LGTBI+ en Cádiz. La decisión municipal, con la coincidencia, es absurda. Y no ha sucedido en otras ciudades. Viene de un error mayúsculo y crea una controversia donde no la hay. Ni las personas que acuden al Corpus tienen nada contra las del orgullo gay, ni al revés tampoco. Pero son ambientes y estéticas que no encajan. No es un problema de homofobia, sino de espacio y tiempo.

AL futbolista Jesús Joaquín Fernández Sáez de la Torre, conocido artísticamente como Suso, se le debería nombrar Hijo Predilecto de Cádiz. Más pronto que tarde, y por unanimidad. Estas son las medidas ejemplares que agradece la ciudadanía. Pues este joven de 31 años (hoy en día leemos noticias de jóvenes incluso de 40 años), nacido en Algeciras pero criado en Cádiz, ha decidido regresar para trabajar en su ciudad. Después de haber pasado 15 años trabajando en Liverpool, Almería, Milán, Génova y Sevilla. Después de rechazar una oferta de Arabia Saudí, a donde han ido hasta trabajadores de Navantia. Y eso no lo hace todo el mundo para vivir en Cádiz. Aunque aquí esté la mejor playa del sur de España, según la publicidad de los tiempos de José León de Carranza.

EN el nombre del puente Carranza se vuelve a observar que en Cádiz existe una gran preocupación por estos asuntos. El telón de fondo es la incoherencia, la falta de criterios y de ideas claras. Y tomar cuestiones discutibles como dogmas de fe. Por ejemplo, si el puente viejo se llama José León de Carranza, porque ese alcalde fue su impulsor, el puente nuevo se debería dedicar a Teófila Martínez, que fue su impulsora. Y también se debe tener en cuenta que el puente viejo (como el nuevo) enlaza Cádiz con Puerto Real, por lo que el Ayuntamiento gaditano, que no es el propietario actual del puente, no tiene vela en ese entierro de los nombres. Debe ser Óscar Puente quien le ponga el nombre al puente, ya que depende del Ministerio de Transportes, el mismo donde ejerció José Luis Ábalos cuando aquellas mascarillas.

PARA Cádiz, su equipo de fútbol es más que un club. Es una de las tres C que conforman el arquetipo festivo de la ciudad. Con sus tópicos y sus curiosidades. Terminó una temporada en la que el Cádiz CF se ha reencontrado con la Segunda División. Aunque una parte de la afición tiene delirios de grandeza, la Segunda ha sido históricamente el lugar natural de Cádiz, que en el elenco de ciudades españolas no está entre las 20 más pobladas. Es cierto que la Bahía, junto con Jerez (donde no todos son cadistas, se supone), suma unos 700.000 habitantes. Y que esa es la cifra de Sevilla, según su padrón, que cuenta con dos equipos en Primera, uno de ellos finalista de la Conference League. Aunque Zaragoza tiene los mismos habitantes que Sevilla y ha estado a punto de ver a su club en Segunda B.

SIEMPRE que se habla o escribe de Manuel de Falla aparece por algún lado que la gente lo considera granadino, a pesar de que nació y vivió sus primeros años en Cádiz. También salió, de pasada, este típico tópico en Unicaja, en la presentación del libro El árbol sonoro de Manuel de Falla, que ha escrito el poeta, musicólogo y académico gaditano José Ramón Ripoll, otro que gran parte de su carrera la ha hecho en Madrid. Para cualquier persona de la cultura gaditana lo peor que puede hacer es quedarse en Cádiz perpetuamente. Y eso valía también para Manuel de Falla, que no sólo vivió en Cádiz y en Granada, sino en otras ciudades y países que le dieron su universalidad.