DESDE el siglo pasado, he repetido en diversas ocasiones que la mejor solución para los viajes por carretera entre Sevilla y Cádiz es tener una autopista de peaje y una autovía completa. Se podría haber conseguido desde principios del siglo XXI. Ahora estamos peor que nunca, y hay más atascos que nunca. No existe ni una autopista de peaje, ni una autovía completa. Por culpa del populismo de los políticos. Tanto el PSOE como el PP, para ganar votos, defendieron que la supresión del peaje era la solución. Y ya se ha visto que es un gran error. En verano, está colapsada a diario, con más camiones y más turismos. Y, al ser gratis, se ha convertido en la carretera favorita para los magrebíes del Paso del Estrecho.

LA gente inteligente, cuando ha visto la infografía del nuevo Pabellón Portillo, publicada en el Diario, ha pensado: otra inocentada en el mes de julio. Y van… Pero, en estas mismas fechas, ha salido publicada otra mejor, de tamaño nacional, que decía: “Pedro Sánchez presentará los presupuestos de 2026 y los negociará con Puigdemont”. Vamos a lo nuestro, que la del Pabellón Portillo es importante. Y aunque parezca inocentada, y aunque digan que estará terminado en 2028, y aunque el alcalde, Bruno García, afirme que ya tiene los 19,2 millones de euros que costará construirlo, esta vez parece que van en serio. Felicito al alcalde porque ha cambiado la tendencia: se empiezan a ver obras. Y no es como en los ocho años de la izquierda gaditana desunida con Kichi, que sólo se dedicó a cambiar los nombres de lo que ya está construido. Pero, bueno, así se divierten.

LA playa de Los Caños de Meca ya no es lo que era. Me refiero a la playa que siempre fue rocosa, que se llama oficialmente La Laja (nombre que nadie le dice) y que es conocida como la playa de El Pirata (nombre con fines comerciales), y que tiene una historia mítica en el veraneo de las costas. Playa perteneciente al término municipal de Barbate, que cuenta con muchas, quizás demasiadas, y parece que se preocupan más por lo que pasa en otras. Los Caños de Meca siempre ha sido un núcleo o poblado con problemas. Todos los años tiene problemas. Y se llega a la conclusión de que ni a Costas ni al Ayuntamiento barbateño les preocupa demasiado esa playa. Se perderá, antes o después, como el barco del arroz.

LOS periódicos progresistas, empezando por El País, dejaron de publicar inocentadas el 28 de diciembre al aflorar la Transición. En los tiempos de Franco, como no se podía criticar al régimen, había que recurrir a lo satírico y las alegorías. De ahí el éxito de La Codorniz, la revista de humor que empezó Miguel Mihura en 1941 y popularizó Álvaro de la Iglesia hasta 1977. En la Transición se inició el declive de las inocentadas. Era normal, porque los periódicos publicaban noticias que parecían inocentadas todo el año. Y hoy la política española ¿qué es? Una inocentada perpetua. La amnistía de Puigdemont que sigue en el exilio, el supuesto cupo catalán, el apagón del que nunca se supo, Cristóbal Montoro siete años después y todos lo sabían, Santos Cerdán con sus amigos y Pedro no sabía nada…

HAY que tener sentido del ridículo. El que fue denominado Trofeo de los trofeos no lo pueden disputar dos equipos de Segunda División. Un Cádiz-Córdoba es indigno de la historia y un atentado contra el sentido común. Vale como un amistoso estival, pero no se puede presentar como cartel del Trofeo. Resultará cómico entregar la monumental copa al ganador de ese partido. Es verdad que en los últimos años el Trofeo iba cuesta abajo. Pero en 2024 se disputó a partido único con un Cádiz CF-Lazio de Roma. Es decir, el equipo local frente a un buen club italiano que en la Europa League ha llegado a cuartos de final. Antes, en 2023, había venido el Lecce, que es un equipo de la zona media baja del Calcio, aunque al fin y al cabo de la Serie A (la Primera italiana). Lo de este año es inadmisible.