ALGUNOS politólogos (profesión que me encanta) decían que la moción de censura no iba contra Mariano Rajoy, que ya era un muerto político anunciado, sino contra Albert Rivera, que se ha quedado descompuesto y sin elecciones. Por otra parte, ha servido para que el socio preferente del PSOE en la oposición no sea Ciudadanos, como le gusta a Susana Díaz (y a Juan Espadas), sino Podemos (como le gusta a Pedro Sánchez). De modo que se puede afirmar, sin exagerar, que también ha sido una moción de censura interna del PSOE contra Susana Díaz, que fue la rival de Sánchez para dirigir el partido. Y, de rebote, contra el PSOE susanista de Andalucía y de Sevilla, que  están controlados por ella. Y, por si había dudas, ayer fue nombrado el embajador en tierras hostiles.

TODO hace suponer que Juan Espadas no inaugurará como alcalde el nuevo centro cultural del antiguo mercado de la Puerta de la Carne. Bueno, puede ser que lo inaugure, si es capaz de ganar las elecciones municipales de 2019 al PP de Beltrán Pérez, a los Ciudadanos de Javier Millán y a los Unidos Podemitas de ya veremos quién. O puede ser que haya que esperar al ganador de las elecciones municipales de 2023. La historia de este viejo mercado (obra de Gabriel Lupiáñez y Aurelio Gómez Millán, en 1929) es interminable. El cierre, el abandono, la lentitud de las obras, vienen del siglo pasado. Cuatro alcaldes han sido incapaces de inaugurarlo. Por eso, la noticia del último parón es acogida con indiferencia por los sevillanos, pero con un serio mosqueo en esa zona de la ciudad.

EN Sevilla, ayer la gente hablaba de la destitución de Lopetegui como seleccionador, de la retirada de Joaquín Sainz de la Maza como presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías y de la dimisión de Màxim Huerta como ministro de Cultura. ¡Vaya día! Desde que echaron a Rajoy parece que ha surgido otra conjunción astral, como la de Zapatero, ahora con Pedro Sánchez. Y ya es un sinvivir. En el caso de las cofradías, la gente está diciendo que esto se veía venir. Así que después de publicarlo Carlos Navarro Antolín, en primicia, en este Diario, han arreciado las especulaciones sobre quién será el siguiente presidente. Porque ya se especulaba.

FUE tan escandaloso el cisma del Palmar de Troya que se ha perdido la dimensión. Allí puede ocurrir lo más extravagante y siniestro sin que cause alarma social. La capacidad de asombro está agotada. Todo se asume desde la resignación de que es una fantasmagoría, que algún día acabará, aunque ahí sigue. El último episodio es morboso, surrealista y rocambolesco: Ginés Jesús Hernández, el ex papa palmariano Gregorio XVIII, está acusado de un intento de robo en la basílica, acompañado de su mujer, la ex monja Nieves Triviño, en el que presuntamente participaron, y que se saldó con una reyerta en la que fueron apuñalados el ex papa y un cura palmariano que lo sorprendió in fraganti.

MAÑANA, 13 de junio, día de San Antonio, se cumplen tres años desde que Juan Espadas fue elegido alcalde de Sevilla. Puede que fuera un milagro, ya que el candidato del PSOE no había ganado. San Antonio es un santo con fama de milagroso. Entre todos los que he visto, el más admirable me pareció el de Lisboa (donde nació), con esos recuerdos impresionantes de las muchachas portuguesas que le pedían novio. San Antonio era el santo casadero, incluso para las señoritas más desesperadas, algo que hoy suena de un machismo irresoluble. Antes se decía que una treintañera sin novio se había quedado para vestir santos. Y hoy en día, para vestir un santo, se dan puñaladas mil vestidores. Y por el novio no se preocupa ninguna feminista.